Conservamos esta definición de software libre para expresar claramente el
verdadero significado de los programas de software libre.
El «software libre» es una cuestión de libertad, no de precio. Para comprender
este concepto, debemos pensar en la acepción de libre como en «libertad de
expresión» y no como en «barra libre de cerveza».
Con software libre nos referimos a la libertad de los usuarios para ejecutar,
copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software. Nos referimos
especialmente a cuatro clases de libertad para los usuarios de software:
Libertad 0: la libertad para ejecutar el programa sea cual sea nuestro
propósito.
Libertad 1: la libertad para estudiar el funcionamiento del programa y
adaptarlo a tus necesidades —el acceso al código fuente es condición
indispensable para esto.
Libertad 2: la libertad para redistribuir copias y ayudar así a tu
vecino.
Libertad 3: la libertad para mejorar el programa y luego publicarlo
para el bien de toda la comunidad —el acceso al código fuente es condición
indispensable para esto.
Software libre es cualquier programa cuyos usuarios gocen de estas libertades.
De modo que deberías ser libre de redistribuir copias con o sin
modificaciones, de forma gratuita o cobrando por su distribución, a cualquiera
y en cualquier lugar. Gozar de esta libertad significa, entre otras cosas, no
tener que pedir permiso ni pagar para ello.
Asimismo, deberías ser libre para introducir modificaciones y utilizarlas de
forma privada, ya sea en tu trabajo o en tu tiempo libre, sin siquiera tener
que mencionar su existencia. Si decidieras publicar estos cambios, no deberías
estar obligado a notificárselo a ninguna persona ni de ninguna forma en
particular.
La libertad para utilizar un programa significa que cualquier individuo u
organización podrán ejecutarlo desde cualquier sistema informático, con
cualquier fin y sin la obligación de comunicárselo subsiguientemente ni al
desarrollador ni a ninguna entidad en concreto.
La libertad para redistribuir copias supone incluir las formas binarias o
ejecutables del programa y el código fuente tanto de las versiones modificadas
como de las originales —la distribución de programas en formato ejecutable
es necesaria para su adecuada instalación en sistemas operativos libres. No
pasa nada si no se puede producir una forma ejecutable o binaria —dado que
no todos los lenguajes pueden soportarlo—, pero todos debemos tener la
libertad para redistribuir tales formas si se encuentra el modo de hacerlo.
Para que las libertades 2 y 4 —la libertad para hacer cambios y para
publicar las versiones mejoradas— adquieran significado, debemos disponer
del código fuente del programa. Por consiguiente, la accesibilidad del código
fuente es una condición necesaria para el software libre.
Para materializar estas libertades, deberán ser irrevocables siempre que no
cometamos ningún error; si el desarrollador del software pudiera revocar la
licencia sin motivo, ese software dejaría de ser libre.
Sin embargo, ciertas normas sobre la distribución de software libre nos
parecen aceptables siempre que no planteen un conflicto con las libertades
centrales. Por ejemplo, el copyleft, grosso modo, es la norma que
establece que, al redistribuir el programa, no pueden añadirse restricciones
que nieguen a los demás sus libertades centrales. Esta norma no viola dichas
libertades, sino que las protege.
De modo que puedes pagar o no por obtener copias de software libre, pero
independientemente de la manera en que las obtengas, siempre tendrás libertad
para copiar, modificar e incluso vender estas copias.
El software libre no significa que sea «no comercial». Cualquier programa
libre estará disponible para su uso, desarrollo y distribución comercial. El
desarrollo comercial del software libre ha dejado de ser excepcional y de
hecho ese software libre comercial es muy importante.
Las normas sobre el empaquetamiento de una versión modificada son
perfectamente aceptables siempre que no restrinjan efectivamente tu libertad
para publicar versiones modificadas. Por la misma razón, serán igualmente
aceptables aquellas normas que establezcan que «si distribuyo el programa de
esta forma, deberás distribuirlo de la misma manera» —cabe destacar que esta
norma te permite decidir si publicar o no el programa. También admitimos la
posibilidad de que una licencia exija enviar una copia modificada y
distribuida de un programa a su desarrollador original.
En el proyecto GNU, utilizamos el «copyleft» para proteger legalmente estas
libertades. Pero también existe software libre sin copyleft. Creemos que hay
razones de peso para recurrir al copyleft, pero si tu programa, software
libre, carece de él, todavía tendremos la opción de seguir utilizándolo.
A veces la normativa gubernamental de control de las exportaciones y las
sanciones comerciales pueden constreñir tu libertad para distribuir copias a
nivel internacional. Los desarrolladores de software no tienen el poder para
eliminar o invalidar estas restricciones, pero lo que sí pueden y deben hacer
es negarse a imponer estas condiciones de uso al programa. De este modo, las
restricciones no afectarán a las actividades y a los individuos fuera de la
jurisdicción de estos gobiernos.
Cuando hablamos de software libre, es preferible evitar expresiones como
«regalar» o «gratis», porque entonces caeremos en el error de interpretarlo
como una mera cuestión de precio y no de libertad. Términos de uso frecuente
como el de «piratería» encarnan opiniones que esperamos no compartas. Véase el
apartado de «Palabras que conviene evitar» para una discusión sobre estos
términos. Tenemos disponible también una lista de traducciones de «software
libre» en distintos idiomas.
Por último, señalaremos que los criterios descritos para definir el software
libre requieren una profunda reflexión antes de interpretarlos. Para decidir
si una licencia de software específica puede calificarse de licencia de
software libre, nos basaremos en dichos criterios y así determinaremos si se
ajusta al espíritu y a la terminología precisa. Si una licencia incluye
restricciones desmedidas, la rechazamos aun cuando nunca predijimos esta
cuestión al establecer nuestros criterios. En ocasiones, ciertas condiciones
en una licencia pueden plantear un problema que requiera un análisis
exhaustivo, lo que significa incluso debatir el tema con un abogado, antes de
decidir si dichas condiciones son aceptables. Cuando llegamos a una solución
sobre un problema nuevo, a menudo actualizamos nuestros criterios para hacer
más fácil la consideración de que licencias están cualificadas y cuáles no.
Si estás interesado en cualificar una licencia específica como licencia de
software libre, visita http://www.gnu.org/licenses/license-list.html. Si
la licencia no aparece en la lista, envíanos un correo electrónico a
licensing@gnu.org.