Nos vamos a Croatan
No tenemos deseo alguno de definir la TAZ o de elaborar dogmas acerca
de cómo debe ser creada. Nuestro argumento es más bien que
ha sido creada, que será creada, y que está siendo creada.
Por tanto resultaría más valioso e interesante observar algunas
TAZs pasadas y presentes, y especular sobre manifestaciones futuras; evocando
unos pocos prototipos podemos calibrar el alcance potencial del complejo,
e incluso quizás atisbar un "arquetipo". Más que intentar
cualquier forma de enciclopedismo adoptaremos una técnica de tiro
disperso, un mosaico de retazos, comenzando algo arbitrariamente con los
siglos XVI-XVII y el asentamiento en el Nuevo Mundo. La apertura del "Nuevo"
Mundo fue concebida desde un primer momento como una operación ocultista.
El mago John Dee, consejero espiritual de Isabel I, parece haber inventado
el concepto de "imperialismo mágico" e infectado a una generación
entera con él. Halkyut y Raleigh cayeron bajo su embrujo, y Raleigh
utilizó sus conexiones en la "Escuela de la Noche", una cábala
de eruditos progresistas, aristócratas y adeptos, creada para avanzar
las causas de la exploración, la colonización y la cartografía.
La tempestad(1) fue una pieza de propaganda
de la nueva ideología, y la colonia de Roanoke su primer experimento
de laboratorio.
La visión alquímica del Nuevo Mundo lo asociaba con la
materia prima o hyle, el "estado de naturaleza"(2),
la inocencia y la potencialidad ("Virginia"), un caos embrionario que el
adepto transmutaría en "oro", es decir, en perfección espiritual
al igual que en abundancia material.
Pero esta visión alquímica está también
informada en parte por una fascinación efectiva por el rudimento,
una furtiva simpatía por él, un sentimiento de añoranza
por su forma informe que toma como foco el símbolo del "Indio":
el "Hombre" en estado natural, incorrupto por el "gobierno". Caliban, el
salvaje, está alojado como un virus en la misma maquinaria del imperialismo
ocultista; los animales/humanos del bosque están investidos desde
un principio con el poder mágico de lo marginal, lo excluido y lo
desterrado. Por un lado Caliban es feo, y la naturaleza una "inmensidad
aullante"; por otro, Caliban es noble y soberano, y la naturaleza un Edén.
Este desdoblamiento en la conciencia europea precede a la dicotomía
romanticismo/clasicismo; se encuentra enraizado en la Alta Magia del Renacimiento.
El descubrimiento de América (El Dorado, la Fuente de la Juventud)
lo cristalizó; y precipitó sus esquemas efectivos para la
colonización.
En el colegio nos enseñaron que los primeros asentamientos en
Roanoke no fructificaron; los colonos desaparecieron, dejando sólo
tras sí el críptico mensaje "nos vamos a Croatan". Informes
posteriores acerca de "indios de ojos grises" fueron desacreditados como
leyenda. Lo que realmente ocurrió, según el libro de texto,
fue que los indios masacraron a los indefensos colonos. Sin embargo "Croatan"
no era una especie de El Dorado; era el nombre de una tribu vecina de indios
amistosos. Aparentemente el asentamiento fue simplemente trasladado de
la costa a los pantanos de Great Dismal y absorbido por la tribu. Así
que los indios de ojos grises eran reales; aún están allí,
y aún se llaman a sí mismos Croatans.
Por tanto, la primera colonia del Nuevo Mundo decidió escindir
su contrato con Prospero (Dee/Raleigh/el imperio) y pasarse a los salvajes
con Caliban. Se descolgaron. Se convirtieron en "indios", se hicieron "nativos",
optaron por el caos sobre las roñosas miserias de la servidumbre
a plutócratas e intelectuales de Londres.
Tal como América vino a existir donde una vez estuvo la "Isla
Tortuga", así Croatan permaneció embebida en su psique colectiva.
Más allá de la frontera, el estado de naturaleza (es decir,
el no Estado) aún prevalecía; y en la conciencia de los colonos
la opción silvestre siempre acechó, la tentación de
abandonar la iglesia, el trabajo agrícola, la alfabetización,
los impuestos -todas las cargas de la civilización- e "irse a Croatan"
de una forma u otra. Además, mientras la revolución en Inglaterra
era traicionada, primero por Cromwell y luego por la Restauración,
olas de radicales protestantes escaparon o fueron transportadas al Nuevo
Mundo (que se había convertido ahora en una prisión, un sitio
de exilio). Antinomianos, Familistas, Cuáqueros vagabundos, Niveladores(3),
Cavadores(4) y Ranters se veían ahora
expuestos a la sombra oscura de lo indómito, y corrieron a abrazarla.
Anne Hutchinson y sus amigos son sólo los más conocidos
(es decir, los más aristócratas) de los Antinomianos -habiendo
tenido la mala suerte de haber sido atrapados en la política de
la colonia de Bahía- pero un ala mucho más radical del movimiento
existía claramente. Los incidentes que Hawthorne relata en The Maypole
of Merry Mount son enteramente históricos; aparentemente los extremistas
habían decidido renunciar de plano al cristianismo y retornar al
paganismo. Si hubieran prevalecido uniéndose a sus aliados indios
el resultado podría haber sido una religión sincrética
antinómica/celta/algonquina, una especie de santería en la
Norteamérica del siglo XVII.
Los sectarios fueron capaces de prosperar más bajo las administraciones
disolutas y corruptas del Caribe, donde los intereses enfrentados de los
europeos habían dejado muchas islas desiertas, o incluso por reclamar.
Barbados y Jamaica en particular deben haber sido colonizadas por muchos
extremistas, y cree que las influencias Niveladoras y Ranter contribuyeron
a la "utopia" bucanera de Tortuga. Por primera vez aquí, gracias
a Exquemelin(5), podemos estudiar una próspera
proto-TAZ del Nuevo Mundo en cierta profundidad. Huyendo de los siniestros
"beneficios" del imperialismo tales como la esclavitud, el servilismo,
el racismo y la intolerancia, de las torturas de la expropiación
y la muerte en vida de las plantaciones, los bucaneros adoptaron formas
indias, se emparejaron con los caribeños, aceptaron a negros e hispanos
como iguales, rechazaron toda nacionalidad, eligieron a sus capitanes democráticamente,
y volvieron al "estado de naturaleza". Declarándose a sí
mismos "en guerra con todo el mundo", largaron velas para saquear bajo
contratos mutuos denominados "Artículos", tan igualitarios que cada
miembro recibía una participación completa del botín
y el capitán normalmente sólo 1 o 1 1/4. Los azotes y castigos
estaban prohibidos; las peleas se resolvían por votación
o por la ley de duelo.
Es simplemente un error calificar a los piratas de meros salteadores
marítimos o incluso de proto-capitalistas, como ciertos historiadores
han hecho. En un sentido eran "bandidos sociales", a pesar de que sus comunidades
de base no eran sociedades agrícolas tradicionales sino "utopías"
creadas casi ex nihilo en terra incognita, enclaves de libertad
total que ocupaban espacios vacíos en el mapa. Después de
la caída de Tortuga, el ideal bucanero permaneció vivo a
lo largo de la "edad de oro" de la piratería (hacia 1660-1790),
y resultó en asentamientos terrestres en Belize, por ejemplo, fundada
por bucaneros. Más tarde, mientras la escena derivaba hacia Madagascar
-una isla aún no reclamada por ninguna potencia imperial y gobernada
sólo por un rompecabezas de reyes (jefes) nativos deseosos de aliados
piratas- la utopia pirata alcanzó su expresión más
alla.
El recuento que hace Defoe del capitán Mission y la fundación
de Libertaria puede ser, como defienden algunos historiadores, una mistificación
literaria creada como propaganda de la teoría radical whig(6);
pero estaba contenido en The General History of the Pyrates (1724-28),
la mayoría de la cual aún se acepta como fidedigna y rigurosa.
Además la historia del capitán Mission no fue criticada cuando
el libro apareció y muchas viejas tripulaciones malgaches aún
sobrevivían. Ellos parecen haberlo creído, sin duda porque
habían conocido enclaves piratas muy parecidos a Libertaria. Una
vez más, esclavos rescatados, nativos e incluso enemigos tradicionales
como los portugueses fueron todos invitados a unirse como iguales. (Liberar
barcos de esclavos era una ocupación principal). La tierra se poseía
en común, con representantes elegidos por temporadas cortas, el
botín era compartido; las doctrinas de la libertad se predicaban
de manera mucho más radical de lo que dictaba el sentido común.
Libertaria esperaba perdurar, y Mission murió en su defensa.
Pero la mayoría de utopías piratas pretendían ser
temporales; de hecho las verdaderas "repúblicas" de los corsarios
eran sus barcos, que navegaban bajo los artículos. Normalmente los
enclaves en la orilla no tenían ley en absoluto. El último
ejemplo clásico, Nassau en las Bahamas, un asentamiento de tiendas
y cobertizos en el frente de playa entregado al vino, a las mujeres (y
probablemente también a los muchachos, a juzgar por el libro Sodomy
and Piracy de Birge), a las canciones (los piratas eran unos devotos
a ultranza de la música y solían contratar bandas por singladuras
enteras), y al exceso incontinente, se desvaneció de la noche a
la mañana cuando la flota británica apareció en la
bahía. Barbanegra y "Calicó Jack" Rackham y su tripulación
de mujeres piratas se trasladaron a orillas más salvajes y destinos
menos placenteros, mientras otros aceptaron humildemente el perdón
y se reformaron. Pero la tradición bucanera perduró, en Madagascar
donde los hijos de sangre mixta de los piratas empezaron a forjar reinos
propios, y en el Caribe, donde esclavos fugados al igual que grupos mixtos
negro/blanco/rojo fueron capaces de prosperar en las montañas tierra
adentro como maroons. La comunidad maroon de Jamaica aún retenía
un grado de autonomía y muchas de sus viejas costumbres cuando Zora
Neale Hurston visitó aquello en los años veinte (ver Tell
My Horse). Los maroons de Suriname todavía practican el "paganismo"
africano.
A través del siglo XVIII, Norteamérica también
produjo cierta cantidad de "comunidades tri-raciales aisladas". (Este término
de resonancias clínicas fue inventado por el movimiento eugenésico,
que produjo los primeros estudios científicos de estas comunidades.
Desafortunadamente la "ciencia" sólo servía de excusa al
odio por los "Mestizos" y los pobres, y la solución del problema
era normalmente la esterilización forzosa). El núcleo invariablemente
consistía en esclavos y siervos fugitivos, "criminales" (es decir,
los muy pobres), "prostitutas" (es decir, mujeres blancas que se casaban
con hombres no blancos), y los miembros de diversas tribus nativas.
En algunos casos, como el de los Seminolas o los Cherokees, la estructura
ancestral de la tribu permitía asimilar a los recién llegados;
en otros casos, nuevas tribus se formaban. Así tenemos a los maroons
del pantano Great Dismal, que subsistieron a lo largo de los siglos XVIII
y XIX, adoptando a esclavos fugitivos, funcionando como estación
de paso del Tren Subterráneo(7)),
y sirviendo como centro religioso e ideológico para las rebeliones
de esclavos.
La religión era el vudú, una mezcla de elementos nativos
y cristianos, y de acuerdo al historiador H. Leaming Bey, a los ancianos
de esta fe y a los líderes de los maroons del Great Dismal se los
conocía como el "Alto Lucero de los Siete Dedos".
Los Ramapaughs del norte de Nueva Jersey (mal llamados los "Blancos
de Jackson") presentan otra genealogía romántica y arquetípica:
esclavos liberados por los desertores holandeses, diversos clanes algonquinos
y de Delaware, las "prostitutas" de costumbre, los "Hesienses" (término
para designar a mercenarios británicos perdidos, realistas descolgados,
etc.), y bandas locales de bandidos sociales como la de Claudias Smith.
Algunos de los grupos reclaman un origen afroislámico, como en
el caso de los Moros de Delaware y los Ben Ishmaels, que emigraron de Kentucky
a Ohio a mediados del XVIII. Los Ishmaels practicaban la poligamia, nunca
bebían alcohol, vivían como juglares, se emparejaban con
indios y adoptaban sus costumbres, y eran tan devotos del nomadismo que
construían sus casas sobre ruedas. Su migración anual triangulaba
entre pueblos fronterizos con nombres como La Meca y Medina. A finales
del XIX algunos de ellos abrazaron ideales anarquistas, y fueron el blanco
de los eugenesistas para un pogrom particularmente cruel de "salvación
por la exterminación". Algunas de las primeras leyes eugenésicas
fueron aprobadas en su honor. Como tribu desaparecieron en los años
veinte, por más que seguramente engordaran las filas de tempranas
sectas "islámicas negras" como el Templo de la Ciencia Morisca.
Yo mismo crecí con leyendas de los "Kallikaks" en los cercanos
Pine Barrens de Nueva Jersey (y por supuesto con Lovecraft, un rábido
fascista fascinado por las comunidades aisladas). Las leyendas resultaron
ser recuerdos folklóricos de las calumnias de los eugenesistas,
cuyo cuartel general se encontraba en Vineland, Nueva Jersey, y quienes
acometieron las "reformas" de costumbre contra la "miscegenación"
y la "debilidad mental" en los Barrens (intuyendo la publicación
de fotografías de los Kallikaks, cruda y obviamente retocadas para
hacerlos parecer monstruos de la incuria).
Las "comunidades aisladas" -al menos, aquellas que han retenido su identidad
entrado el siglo XX- rechazan consistentemente la absorción por
parte de la cultura mayoritaria o de la "subcultura" negra en la que los
sociólogos modernos prefieren categorizarlas. En los setenta, inspirados
por el renacimiento nativo americano, unos cuantos grupos -incluyendo a
los Moros y a los Ramapaughs- solicitaron al Departamento de Asuntos Indios
el reconocimiento como tribus Indias. Aun cuando recibieron el apoyo de
los activistas nativos no se les concedió estatus oficial. Si, después
de todo, lo hubieran conseguido, podrían haber sentado un peligroso
precedente para grupos de descolgados de toda índole, desde "peyoteros
blancos" y hippies a nacionalistas negros, arios, anarquistas y libertarios;
¡una "reserva" para cada uno! El "Proyecto Europeo" no puede reconocer
la existencia del salvaje; el caos verde es todavía una amenaza
excesiva para el sueño imperial de orden.
Esencialmente los Moros y los Ramapaughs rechazaban la explicación
"diacrónica" o histórica de sus orígenes en favor
de una autoidentidad "sincrónica" basada en el "mito" de adopción
india. O por ponerlo de otra forma, se llamaban a sí mismos indios
. Si cualquiera que deseara "ser un indio" pudiera conseguirlo por un acto
de autoproclamación, imagínate qué éxodo a
Croatan tendría lugar. Esa ancestral sombra oculta todavía
cautiva los vestigios de nuestros bosques (los que, a propósito,
se han extendido grandemente en el nordeste desde los siglos XVIII-XIX
con el retorno de vastos terrenos de tierra de cultivo a la espesura).
Thoreau en el lecho de muerte soñó con la vuelta de "indios...
bosques...": la vuelta de lo reprimido.
Los Moros y los Ramapaughs tienen por supuesto buenas razones materiales
para definirse a sí mismos como indios -después de todo,
tienen antepasados indios- pero si consideramos su autoproclamación
en términos "míticos" al igual que históricos ahondaremos
en aspectos de mayor relevancia en nuestra búsqueda de la TAZ. Dentro
de las sociedades tribales existe lo que ciertos antropólogos han
denominado mannenbunden: sociedades totémicas entregadas a una identidad
con la "naturaleza" en el acto de transmutarse, de convertirse en el animal
tótem (hombres lobo, chamanes jaguar, hombres leopardo, brujas gato,
etc.) En el contexto de una sociedad colonial entera (como Taussig señala
en Chamanism Colonialism and the Wild Man) el poder de transmutación
se percibe como inherente a la cultura nativa en su totalidad; así
el sector más reprimido de la sociedad adquiere un poder paradójico
a través del mito de su conocimiento oculto, que es temido y deseado
por el colono. Por supuesto los nativos poseen realmente cierto conocimiento
oculto; pero en respuesta a la percepción imperial de la cultura
nativa como una especie de "selva espiritual", los nativos tienden a verse
a si mismos cada vez más conscientemente dentro de ese papel. Incluso
al ser marginados, el margen adquiere el aura de lo mágico. Antes
del hombre blanco, simplemente eran tribus de gente; ahora, son los "guardianes
de la naturaleza", los habitantes del "estado de naturaleza". Finalmente
el propio colono es seducido por este "mito". En cuanto un americano quiere
descolgarse o volver a la naturaleza, invariablemente "se convierte en
indio". Los demócratas radicales de Massachusetts (herederos espirituales
de los protestantes radicales) que organizaron el Tea Party(8),
creyeron literalmente que podían abolir los gobiernos (¡la
región de Berkshire entera se autoproclamó en "estado de
naturaleza"!) disfrazados de Mohawks. Por tanto los colonos, quienes de
pronto se vieron marginados en el propio terruño, adoptaron el papel
de nativos marginados, buscando con ello participar (en un sentido) de
su poder oculto, de su fulgor mítico. De los montañeses a
los boy scouts, el sueño de "convertirse en indio" fluye bajo una
plétora de rastros en la historia, cultura y conciencia norteamericanas.
El imaginario sexual conectado a los grupos "tri-raciales" también
conlleva esta hipótesis. Por supuesto los "nativos" son siempre
inmorales, pero los renegados y descolgados raciales han de ser ya absolutamente
poliperversos. Los bucaneros eran unos pervertidos, los maroons y montañeses
unos miscegenistas, los "Jukes" y "Kallikaks" se abandonaban a la fornicación
y el incesto (lo que llevaba a mutaciones como la polidactilidad), los
niños corrían por ahí desnudos y se masturbaban abiertamente,
etc. Revertir a un "estado de naturaleza" paradójicamente parece
permitir la práctica de todo acto antinatural; o así lo parecería
si creyéramos a puritanos y eugenesistas. Y dado que mucha gente
en las sociedades racistas moralistas reprimidas desean secretamente practicar
estos mismos actos licenciosos, los proyectan fuera hacia los marginados,
y así se persuaden de que ellos mismos permanecen civilizados y
puros. Y de hecho algunas comunidades marginales realmente rechazan la
moralidad consensuada -¡los piratas sin duda lo hicieron!- y no hay
duda de que efectivamente satisfacen algunos de los deseos reprimidos de
la civilización. (¿No harías tú lo mismo?)
Volverse salvaje es siempre un acto erótico, un acto de desnudez.
Antes de dejar el tema de los "tri-raciales aislados", me gustaría
rememorar el entusiasmo de Nietzsche por la "mezcla de razas". Impresionado
por el vigor y belleza de las culturas híbridas, propuso la miscegenación
no sólo como una solución al problema racial sino también
como el fundamento de una nueva humanidad libre del chauvinismo étnico
y nacional; una premonición de "nómada psíquico" quizás.
El sueño de Nietzsche aún parece tan remoto ahora como le
pareció a él entonces. El chauvinismo aun campa por sus respetos.
Las culturas mixtas permanecen sumergidas. Pero las zonas autónomas
de bucaneros y maroons, Moros e Ishmaels, Ramapaughs y "Kallikaks" permanecen,
O sus historias permanecen, como indicaciones de lo que Nietzsche podría
haber llamado la "voluntad de poder como desaparición". Tenemos
que volver a este tema.
La música como principio organizativo
Entretanto volvemos, en cualquier caso, a la historia del anarquismo
clásico a luz del concepto de la TAZ.
Antes del "cierre del mapa", una gran cantidad de energía antiautoritaria
se dirigió hacia comunas "escapistas" como Tiempos Modernos, los
diversos falansterios, y demás. Curiosamente, algunas de ellas no
se propusieron durar "para siempre", sino sólo durante el tiempo
en que el proyecto pudiera satisfacer sus designios. En términos
socialistas utópicos estos proyectos fueron "fracasos", y por tanto
conocemos poco de ellos.
Cuando la escapada más allá de la frontera se demostró
un imposible, la era de las comunas revolucionarias urbanas comenzó
en Europa. Las comunas de Paris, Lyon y Marsella no sobrevivieron lo bastante
como para tomar característica alguna de permanencia, y uno se pregunta
si de hecho se lo propusieron. Desde nuestro punto de vista el principal
foco de fascinación es el espíritu de las comunas. Durante
y después de estos años los anarquistas adoptaron la práctica
del nomadismo revolucionario, desplazándose de sublevación
en sublevación, buscando mantener dentro de si la intensidad de
espíritu que experimentaron en el momento del levantamiento. De
hecho, ciertos anarquistas de la vena stirnerita/nietzscheana llegaron
a considerar esta actividad como un fin en sí misma, una forma de
estar siempre ocupando una zona autónoma, la interzona que se abre
en mitad o en los albores de la guerra y la revolución (la "zona"
de Pynchon en Arco iris de gravedad). Declararon que si cualquier revolución
socialista triunfaba, ellos serían los primeros en volverse contra
ella. Por menos de anarquía universal no teman intención
de parar jamás. En Rusia en 1917 congratularon a los soviets libres
con entusiasmo: éste era su objetivo. Pero tan pronto como los bolcheviques
traicionaron la revolución, los anarquistas individualistas fueron
los primeros en volver a la senda de guerra. Después de Kronstadt,
por supuesto, todos los anarquistas condenaron a la "Unión Soviética"
(una contradicción en los términos) y se movilizaron en busca
de nuevos levantamientos.
La Ucrania de Makhno(9) y la España
anarquista(10) buscaron la permanencia,
y a pesar de las exigencias de una continua guerra ambas tuvieron éxito
hasta cierto punto: no porque duraran "mucho tiempo", sino porque estaban
cabalmente organizadas y podrían haber perdurado a no ser por la
agresión exterior. Por tanto, de entre los experimentos del periodo
de Entreguerras me concentraré si no en la alocada república
de Fiume, que es mucho menos conocida, y no se organizó para perdurar.
Gabriele D'Annunzio, poeta decadente, artista, músico, esteta,
mujeriego, atrevido pionero aeronáutico, mago negro, genio y canalla,
emergió de la I Guerra Mundial como un héroe con un pequeño
ejército a sus órdenes: los "Arditi". A falta de aventuras,
decidió capturar la ciudad de Fiume en Yugoslavia y entregársela
a Italia. Después de una ceremonia necromántica junto a su
querida en un cementerio de Venecia partió a la conquista de Fiume,
y triunfó sin mayores problemas. Sin embargo Italia rechazó
su generosa oferta; el primer ministro lo tachó de loco.
En un arrebato, D'Annunzio decidió declarar la independencia
y comprobar por cuanto tiempo podría salirse con la suya. Junto
a uno de sus amigos anarquistas escribió la Constitución,
que declaraba la música como el fundamento central del Estado. Los
miembros de la marina (desertores y anarcosindicalistas marítimos
de Milán) se autodenominaron los Uscochi, en honor de los desaparecidos
piratas que una vez vivieron en islas cercanas a la costa saqueando barcos
venecianos y otomanos. Los mudemos Uscochi triunfaron en algunos golpes
salvajes: las ricas naves italianas dieron de pronto un futuro a la república:
¡dinero en las arcas! Artistas, bohemios, aventureros, anarquistas
(D'Annunzio mantenía correspondencia con Malatesta) fugitivos y
expatriados, homosexuales, dandis militares (el uniforme era negro con
la calavera y los huesos pirata; robada más tarde por las SS) y
reformistas chalados de toda índole (incluyendo a budistas, teósofos
y vedantistas) empezaron a presentarse en Fiume en manadas. La fiesta nunca
acababa. Cada mañana D'Annunzio leía poesía y manifiestos
desde el balcón; cada noche un concierto, después fuegos
artificiales. Esto constituía toda la actividad del gobierno. Dieciocho
meses más tarde, cuando se acabaron el vino y el dinero y la flota
italiana se presentó, porfió y voleó unos cuantos
proyectiles al palacio municipal, nadie tenia ya fuerzas para resistir.
D'Annunzio, como otros muchos anarquistas italianos, derivó tardíamente
hacia el fascismo -de hecho, Mussolini mismo (el ex-sindicalista) sedujo
al poeta a lo largo de esa senda-. Para el momento en que D'Annunzio se
percató de su error era ya demasiado tarde: ya estaba demasiado
viejo y enfermo. Pero el Duce lo hizo asesinar de todas formas -lo tiraron
de un balcón- convirtiéndolo en un "mártir". En cuanto
a Fiume, aunque carecía de la seriedad de la Ucrania o Barcelona
libres, puede probablemente ilustrar mejor ciertos aspectos de nuestra
búsqueda. En algunos aspectos fue la última de las utopias
piratas (o el único ejemplo moderno); en otros aspectos quizás,
fue muy posiblemente la primera TAZ moderna.
Creo que si comparamos Fiume con los levantamientos de París
en 1968 (también con las insurrecciones urbanas italianas de los
primeros setenta), al igual que con las comunas contraculturales americanas
y sus influencias anarco-Nueva Izquierda, deberíamos percatamos
de ciertas similitudes, tales como: la importancia de la teoría
estética (los situacionistas); también lo que podrían
llamarse "economías pirata", vivir de los excedentes de la sobreproducción
social -incluyendo la popularidad de coloridos uniformes militares- y el
concepto de música como forma de cambio social revolucionario; y
finalmente su aire compartido de impermanencia, de estar preparados para
movilizarse, transmutarse, reubicarse en otras universidades, cimas montañosas,
guetos, fábricas, guaridas, fincas abandonadas; o incluso otros
planos de la realidad. Nadie intentaba imponer otra dictadura revolucionaria
más, ni en Fiume, ni en Paris o Millbrook. El mundo cambiaría
o no. Mientras tanto mantenerse en movimiento y vivir intensamente.
El Soviet de Munich (o "república de consejos") de 1919 mostraba
algunos rasgos de la TAZ, incluso a pesar de que -como en la mayoría
de revoluciones- los objetivos establecidos no fueran exactamente "transitorios".
La participación de Gustav Landauer como ministro de cultura junto
a Silvio Gesell como ministro de economía y otros antiautoritarios
y socialistas libertarios extremos como el poeta y dramaturgo Erich Mühsam,
Ernst Toller y Ret Marut (el novelista B. Traven(11))
dieron al Soviet su inequívoco sabor anarquista. Landauer, que pasó
años de soledad trabajando en su gran síntesis de Nietzsche,
Proudhon, Kropotkin, Stirner, Meister Eckhardt, los místicos radicales,
y los filósofos volk románticos, sabía desde un principio
que el Soviet estaba condenado; sólo esperaba que durara lo suficiente
para ser comprendido. Kurt Eisner, el mártir fundador del Soviet,
creyó literalmente que los poetas y la poesía debían
formar las bases de la revolución. Se pusieron en marcha planes
para dedicar gran parte de B~varia a un experimento en economía
y comunidad anarcosocialista. Landauer diseñó propuestas
para un sistema de escuelas libres y un teatro del pueblo. Los ingresos
del Soviet estaban más o menos limitados a la clase trabajadora
más pobre y a los vecindarios bohemios de Munich, y a grupos como
el Wandervogel (el movimiento neorromántico de la juventud), radicales
judíos (como Buber), los expresionistas, y otros marginales. Por
tanto los historiadores la menosprecian como una "república de café"
y menoscaban su significado en comparación a la participación
marxista y espartaquista en la(s) revolucion(es) alemana(s) de posguerra.
Dejado fuera de juego por los comunistas y asesinado finalmente por soldados
bajo la influencia de la Sociedad oculto-fascista de Thule, Landauer merece
ser recordado como un santo. Aún así incluso algunos anarquistas
hoy en día lo malinterpretan y condenan por "haberse vendido" al
"gobierno socialista". Si el Soviet hubiera durado incluso un año,
derramaríamos lágrimas con la sola mención de su belleza;
pero incluso antes de que las primeras flores de esa primavera se hubieran
marchitado, el geist y el espíritu de poesía fueron aplastados,
y los hemos olvidado. Imagínate lo que debe haber sido respirar
el aire de una ciudad en la que el ministro de cultura acaba de avanzar
que los niños del colegio pronto estarán aprendiéndose
de memoria los trabajos de Walt Whitman. ¡Ay! quien tuviera una máquina
del tiempo...
La voluntad de poder desaparecer
Foucault, Baudrillard, etc. han discutido en gran extensión las
formas diversas de la "desaparición". Aquí quiero sugerir
que la TAZ es de alguna manera una táctica de desaparición.
Cuando los teóricos hablan de una desaparición de lo social
se refieren en parte a la imposibilidad de una "revolución social",
y en parte a la imposibilidad del "Estado"; del abismo de poder, el fin
del discurso del poder. La pregunta anarquista en este caso debería
ser entonces: ¿Por qué molestarse en enfrentar un "poder"
que ha perdido todo su significado y se ha convertido en pura simulación?
Confrontaciones tales sólo han de resultar en grotescos y peligrosos
espasmos de violencia por parte de los cretinos cabezamierda que han heredado
las llaves de todos los arsenales y prisiones. (Quizás sea
ésta una tosca malinterpretación norteamericana de la
sutil y sublime Teoría franco-alemana. Pues si es así, estupendo
¿quién ha dicho que haga falta entender una idea para hacer
uso de ella?)
Tal como yo lo leo, la desaparición se muestra como una muy lógica
opción radical de nuestro tiempo, en absoluto un desastre o la muerte
del proyecto radical. A diferencia de la mórbida interpretación
nihilista maníaca de la muerte de la teoría, la nuestra intenta
minarla con estrategias útiles en la continua "revolución
de la vida cotidiana": lucha que no ha de cesar ni con el último
fracaso de la revolución política o social porque nada excepto
el fin del mundo puede traer ni el fin de la vida cotidiana, ni nuestra
aspiración por las cosas buenas ni por lo Maravilloso. Y como dijo
Nietzsche, si el mundo pudiera "acabarse", lógicamente lo hubiera
hecho ya; no lo ha hecho, por tanto no lo hace. Y así, como uno
de los sufíes dijo, no importa cuantos vasos de vino prohibido bebamos,
nos llevaremos esta sed rabiosa a la eternidad.
Zerzan y Black han señalado independientemente ciertos elementos
de "rechazo" (en palabras de Zerzan) que quizás puedan ser considerados
de alguna forma como síntomas, en parte inconscientes pero en parte
conscientes, de una cultura radical de la desaparición, que influyen
a mucha más gente que ninguna idea izquierdista o anarquista. Estos
gestos se hacen contra las instituciones, y en ese sentido son "negativos";
pero cada gesto negativo también sugiere una táctica alternativa
"positiva" más allá de un mero rechazo de la institución
condenada.
Por ejemplo, el gesto negativo contra la escolarización es un
"analfabetismo voluntario". Dado que no comparto la adoración liberal
por el alfabetismo en aras de la mejora social, no puedo enteramente compartir
los suspiros de desmayo que se oyen por todas partes frente a este fenómeno:
uno simpatiza con los niños que rechazan los libros al igual que
la basura que contienen. Hay sin embargo alternativas positivas que hacen
uso de la misma energía de desaparición. La escolarización
casera y el aprendizaje de oficios, como formas posibles de "hacer novillos",
eluden la prisión de la escuela. El pirateo informático es
otra forma de "educación" con ciertos rasgos de "invisibilidad".
Un gesto negativo a gran escala contra la política consiste simplemente
en no votar. La "apatía" (es decir, un sano aburrimiento del cansino
Espectáculo) mantiene a más de la mitad del país apartado
de los comicios; ¡el anarquismo nunca consiguió tanto! Tampoco
tuvo el anarquismo nada que ver con el reciente fiasco del censo). Una
vez más, hay paralelismos positivos: la creación de tramas
como alternativa a la política se practica en muchos niveles en
la sociedad, y las formas de organización no jerárquica han
obtenido popularidad incluso fuera del movimiento anarquista, simplemente
porque funcionan (ACT UP(12), y Earth First!(13)
son dos ejemplos. Alcohólicos Anónimos es, curiosamente,
otro).
El rechazo al trabajo puede tomar las formas del absentismo, la ebriedad
en el empleo, el sabotaje, y la pura desidia; pero igualmente puede dar
lugar a nuevos modos de rebeldía: más autoempleo, participación
en la economía sumergida y el "lavoro nero", fraude fiscal y otras
opciones criminales, cultivo de maría, etc.; actividades todas ellas
más o menos "invisibles" en comparación con las tácticas
izquierdistas de confrontación tradicionales como la huelga general.
¿Rechazo a la iglesia? Bueno, el "gesto negativo" por excelencia
aquí probablemente consiste en... ver la televisión. Pero
las alternativas positivas incluyen todo tipo de formas antiautoritarias
de espiritualidad, desde el cristianismo no eclesiástico al neopaganismo.
Las "Religiones Libres" como me gusta llamarlas -cultos pequeños,
creados medio en serio medio en broma e influenciados por corrientes tales
como el Discordianismo y el anarcotaoismo- se pueden encontrar a lo ancho
de la América marginal, y proveen una "cuarta vía" en crecimiento
fuera de las iglesias mayoritarias, los fanáticos televangélicos,
y la insipidez y consumismo new age. También puede decirse que el
rechazo principal a la ortodoxia consiste en construir "morales privadas"
en el sentido nietzscheano: la espiritualidad de los "espíritus
libres".
El rechazo negativo del hogar es la "falta de hogar", que la mayoría
considera una forma de victimización, al no desear ser forzada a
la nomadología. Pero la "falta de hogar" puede ser en un sentido
una virtud, una aventura; o así se lo parece, al menos, al inmenso
movimiento internacional de okupas, nuestros vagabundos modernos.
El rechazo negativo de la familia es claramente el divorcio, o algún
otro síntoma de "avería". La alternativa positiva brota de
la conciencia de que la vida puede ser más dichosa sin la familia
nuclear, sobre la que florezcan cien flores; de la maternidad soltera al
matrimonio en grupo o al grupo de afinidad crética. El "Proyecto
Europeo" libra una intensa acción de retaguardia en defensa de la
"familia"; la miseria edípica anida en el corazón del Control.
Las alternativas existen; pero deben permanecer veladas, especialmente
desde la guerra contra el sexo de los ochenta y los noventa.
¿Cuál es el rechazo del arte? El "gesto negativo" no lo
habremos de encontrar en el tonto nihilismo de una "huelga artística"
o en el vandalismo contra algún cuadro famoso; lo encontramos en
el aburrimiento casi universal de ojos vidriosos que hace presa en la mayoría
de la gente con la sola mención de la palabra. ¿Pero en qué
consistiría el "gesto positivo"? ¿Es posible imaginar una
estética que no esté comprometida? ¿que se emancipe
de la historia e incluso del mercado? ¿o al menos tienda a hacerlo?
¿que quiera reemplazar la representación con la presencia?
¿Cómo se hace sentir la presencia a sí misma incluso
en (o a través) de la representación?
La "lingüística del caos" irradia una presencia que está
continuamente desapareciendo de todos los órdenes del lenguaje y
de los sistemas de significado; una presencia fugaz, evanescente, "sutil",
(un término de la alquimia sufí); el atractor extraño
alrededor del que los átomos de significado se acumulan, formando
órdenes caóticamente nuevos y espontáneos. Aquí
tenemos una estética de la frontera entre el caos y el orden, el
margen, el área de "catástrofe" donde la "avería"
del sistema puede significar la iluminación.
La desaparición del artista ES "la superación y realización
del arte" en los términos situacionistas. Pero ¿de dónde
nos desvanecemos? ¿y se verá u oirá de nosotros jamás?
Nos vamos a Croatan; ¿cuál es nuestro destino? Todo nuestro
arte consiste en una nota de adiós a la historia -"Nos vamos a Croatan"-
¿pero dónde está, y qué es lo que haremos allí?
Primero: aquí no estamos hablando de desaparecer literalmente
del mundo y de su futuro: ni escape hacia atrás en tiempo a la "sociedad
original del ocio" paleolítica; ni utopia eterna, ni escondite entre
las montañas, ni isla; ni tampoco utopia post-revolucionaria ¡preferiblemente
ni revolución en absoluto! tampoco VONU(14),
ni estaciones espaciales anarquistas; tampoco aceptamos una "desaparición
baudrillardiana" en el silencio de una hiperconformidad irónica.
No tengo nada en contra de Rimbaud ninguno que escape del arte en busca
de cualquier Abisinia que pueda encontrar. Pero no podemos construir una
estética, siquiera una estética de la desaparición,
sobre el simple acto de no volver jamás. Diciendo que no somos una
vanguardia y que no hay vanguardia, hemos escrito nuestro "nos vamos a
Croatan" -la pregunta entonces es ¿cómo imaginar la "vida
cotidiana" en Croatan?, en particular si no podemos decir que Croatan existe
en el tiempo (edad de piedra o post-revolución) o el espacio, ya
como utopia o como algún pueblo olvidado del medio oeste o como
Abisinia? ¿Dónde y cuándo se encuentra el mundo de
la creatividad inmediata? Si puede existir, entonces existe; pero quizás
sólo como una especie de realidad alternativa que hasta ahora no
hemos aprendido a percibir. ¿Dónde buscar las semillas -la
mala hierba creciendo en las grietas de la acera- entre ese otro mundo
y el nuestro? ¿las pistas, las indicaciones correctas para buscar?
¿un dedo apuntando a la Luna?
Yo creo, o al menos me gustaría proponer, que la única
solución a la "superación y realización" del arte
reside en la emergencia de la TAZ. Yo rechazaría categóricamente
la critica de que la TAZ en sí misma "no es más que" una
obra de arte, bien que pueda tener algunos de sus entrampamientos. Sugiero
que la TAZ es el único "tiempo" y "lugar" posible para que ocurra
arte por el puro placer de la acción creativa, y como contribución
efectiva a las fuerzas que dan coherencia a la TAZ para manifestarse.
El arte se ha convertido en mercancía en el mundo del arte, pero
por debajo de eso aún yace el problema mismo de la representación,
y el rechazo a toda mediación. En la TAZ el arte como mercancía
se hará simplemente imposible; será más bien una condición
de vida. La mediación es más difícil de superar, pero
la extracción de todas las barreras entre artistas y "usuarios"
del arte llevará las trazas de una condición en la que (como
A.K. Coomaraswamy(15) ha descrito) "el
artista no es un tipo determinado de persona, sino cada persona es un tipo
determinado de artista".
En suma: la desaparición no es necesariamente una "catástrofe";
excepto en el sentido matemático de "un cambio topológico
repentino". Todos los gestos positivos esbozados aquí parecen implicar
varios grados de invisibilidad como alternativa a la confrontación
revolucionaria tradicional. La "Nueva Izquierda" nunca creyó realmente
en su propia existencia hasta que se vio a sí misma en el noticiario
de la noche. La Nueva Autonomía, en contraste, bien se infiltrará
en los medios y los subvertirá desde dentro; o bien nunca será
"vista" en absoluto. La TAZ no sólo existe más allá
del Control sino también más allá de definiciones,
más allá de miradas y nombres y actos de esclavitud, más
allá de las entendederas del Estado, más allá de la
capacidad de ver del Estado.
Ratoneras en la Babilonia de la información
LA TAZ como táctica consciente radical emergerá bajo ciertas
condiciones:
1. Liberación psicológica. Esto es, debemos realizar (hacer
reales) los momentos y espacios en los que la libertad no es sólo
posible sino electiva. Debemos saber de qué forma somos genuinamente
oprimidos, y también de qué forma estamos autoreprimidos
o atrapados en una fantasía en la que son las ideas las que nos
oprimen. El trabajo, por ejemplo, es para la mayoría de nosotros
una fuente mucho más efectiva de miseria que la propia política
legislativa. La alienación es para nosotros mucho más peligrosa
que cualquier caduca ideología moribunda y desdentada. La adicción
mental a los "ideales" -que de hecho resultan ser meras proyecciones de
nuestro resentimiento y nuestra sensación de victimización-
nunca harán avanzar nuestro proyecto. La TAZ no es el heraldo de
ninguna falsa promesa de utopia social a la que debamos sacrificar nuestras
vidas para que los hijos de nuestros hijos puedan respirar un poco de aire
libre. La TAZ debe ser el escenario de nuestra presente autonomía,
pero sólo puede existir bajo la condición de que ya nos consideremos
en efecto seres libres.
2. La contra-red debe expandirse. En la actualidad refleja más
abstracción que efectividad. Los fanzines y BBSs intercambian información,
lo que es parte del trabajo de fondo necesario de la TAZ, pero muy poca
información de esta índole se refiere a bienes y servicios
concretos necesarios para la vida autónoma. No vivimos en el ciberespacio;
soñar que lo hacemos es caer en la cibergnosis, la falsa transcendencia
del cuerpo. La TAZ es un lugar físico y estamos en ella o no. Todos
los sentidos deben estar implicados. La trama es de alguna forma un nuevo
sentido, pero debe ser añadido a los otros -los otros no deben ser
sustraídos de él, como en alguna horrible parodia del trance
místico-. Sin la trama, la realización completa del complejo-TAZ
sería imposible. Pero la trama no es un fin en si misma. Es un arma.
3. El aparato de Control -el "Estado"- ha de continuar (o así
debemos asumir) licuándose y petrificándose a un tiempo,
debe progresar en su curso presente en el que la rigidez histérica
viene a enmascarar más y más su vacuidad, un abismo de poder.
Mientras el poder"desaparece", nuestra voluntad de poder debe ser la desaparición.
Ya hemos discutido la cuestión de si la TAZ puede ser vista "meramente"
como obra de arte. Pero también querrás saber si es que es
algo más que una pobre ratonera en la Babilonia de la información,
o más bien un laberinto de túneles, más y más
conectados, pero entregados sólo al callejón sin salida del
parasitismo pirata. Contestaré que preferiría ser una rata
en el muro que una rata en la jaula; pero también insistiré
en que la TAZ trasciende estas categorías.
Un mundo en el que la TAZ echara efectivamente raíces puede parecerse
al mundo imaginado por "P.M." en su novela de fantasía bolo'bolo.
Quizás la TAZ es un "protocolo". Pero en la medida en que la TAZ
existe ya, encarna mucho más que la mundanidad de la nolición.
O que el pasotismo contracultural. Hemos mencionado los aspectos festivos
del momento descontrolado que se conforma en una autocoordinación
espontánea, si bien breve. Es "epifánico"; una experiencia
punta en la escala tanto social como individual.
La liberación se realiza en la lucha; ésta es la esencia
de la autosuperación de Nietzsche. La tesis presente puede igualmente
tomar como señal el vagabundeo de Nietzsche. Es el precursor de
la deriva, en el sentido situ de dérive y en la definición
de Lyotard de driftwork.
Podemos prever una geografía enteramente nueva, una especie de
mapa de peregrinaciones en el que los lugares sagrados se han reemplazado
con experiencias punta y TAZs: una verdadera ciencia de la psicotopografía,
quizá para llamarla "geo-autonomía" o "anarcomancia".
La TAZ implica una forma de feracidad, un crecimiento que va de la domesticación
a lo salvaje, un "retorno" que es también un paso adelante. También
exige un "yoga" del caos, un proyecto de "más altos" órdenes
(de conciencia o simplemente de vida) que es abordado "surfeando el frente
de ola del caos", del dinamismo complejo. La TAZ es un arte de la vida
en continuo alzamiento, salvaje pero dulce; un seductor no un violador,
un contrabandista más que un pirata sangriento, un bailarín
más que un escatólogo.
Admitamos que por una breve noche una república de deseos se
vio gratificada. ¿No confesaremos que la política de esa
noche tiene más fuerza y realidad para nosotros que, digamos, el
gobierno de la nación en pleno? Algunas de las "fiestas" que hemos
mencionado duraron dos o tres años. ¿Es esto algo que merezca
la pena imaginar, por lo que merezca la pena luchar? Estudiemos la invisibilidad,
el tramaje, el nomadismo psíquico; y ¿quién sabe lo
que hemos de conseguir?
Equinoccio de primavera, 1990
Notas
Traducción de Guadalupe Sordo. Originalmente publicada por Talasa
Ediciones. La edición está realizada bajo "anti-copyright".
Puede copiarse y reproducirse. Al editor del original en inglés
le gustaría ser informado: Autonomedia. POBox 568. Brooklyn NY,
11211.
1. La conocida obra de Shakespeare. Próspero
y Caliban son personajes de esta obra.
2. Expresión empleada por los teóricos
del contrato social (Hobbes, Locke, Rousseau, etc.) para describir un estado
de cosas en el que no existe autoridad política establecida. Su
papel ha servido para justificar la existencia del Estado, para negar su
necesidad. para comparar el estado feliz del hombre civilizado con el estado
miserable del hombre salvaje o para invertir el sentido de esta comparación.
Esencialmente supone una reflexión en tomo a la pregunta tradicional
¿si no tenemos un soberano, estamos obligados a crear uno?
3. Los Levellers constituían un movimiento
de activistas radicales durante la Revolución inglesa. Sus objetivos
giraban en torno a las garantías de la reforma del sufragio, la
tolerancia religiosa y la compensación de una amplia serie de cargas
sociales y económicas. También defendían la idea radical
protestante de que el individuo tiene un deber (para con Dios) y por tanto
un derecho natural de ser responsable de sí' mismo: y la idea de
que no sólo ea imprudente, sino perjudicial, dejar el control político
en manos de los líderes y subordinar así el propio destino
al de éstos. Los Niveladores representan la primera expresión
sustancial en Inglaterra del "pueblo" como fuerza política secular
y por esta razón el movimiento ha despertado gran interés.
4. Los Diggers eran Niveladores radicales, un grupo
de comuneros agrarios conducido por William Everard y Gerard Winstanley
que predicaban en 1649 el tipo de comunismo que habían instaurado
en su comuna de St. George's Hill, Surrey. Inspirados en las ideas radicales
de la tradición cristiana, equiparaban la propiedad privada al pecado
original y pensaban que la difusión gradual de su comunismo agrario
anunciaba una suerte de milenio igualitario.
5. Alexander Olivier Exquemelin, engagé
de la Compañía Francesa de las Indias Occidentales, fue vendido
como esclavo en isla Tortuga en 1666. Aprendió durante su cautiverio
el oficio de cirujano y, en calidad de tal, abrazó la ley de la
Costa y se unió a los piratas. A las órdenes de L'Olonnais,
Morgan y Bertrand d'Oregon participó activamente en el corso y en
los asaltos a las plazas de tierra firme. Estuvo presente en los dos saqueos
de Maracaibo, en las dos tomas de la Isla de Santa Cristina y en la toma
e incendio de Panamá. Escribió Piratas de América.
6. El partido patriótico durante el periodo
revolucionario norteamericano.
7. Término bajo el que se conocía la
red clandestina establecida por el Movimiento Abolicionista para facilitar
la liberación y evasión de esclavos a través de los
EE.UU.
8. Episodio del periodo revolucionario norteamericano.
Un grupo de conspiradores anti-ingleses, disfrazados de indios, lanzaron
las cajas de té (fuertemente tasado en la época) de los barcos
a las aguas del puerto de Boston.
9. Nestor Makhno agricultor y general anarquista
ucraniano Durante la Revolución Rusa organizó un ejército
insurgente que con extraordinarias tácticas de guerrilla defendió
Ucrania tanto del Ejército Rojo como del Ejército Blanco.
10. Bey se refiere a la revolución anarquista
que se centró en Barcelona desde julio de 1936 durante la Guerra
Civil española. Con una estación de radio requisada, ocho
diarios, innumerables revistas y publicaciones sobre todo tipo de temas
sociales y continuas asambleas públicas, el movimiento anarquista
se adueñó completamente de la ciudad. Sólo en Barcelona
había por entonces 350.000 anarquistas. El órgano ejecutivo
era el Comité de las Milicias Antifascistas, que bajo las influencias
de la FAI y la CNT, puso a la industria de nuevo en marcha sólo
diez días después del levantamiento. Los servicios públicos
se mantenían gracias a los sindicatos anarquistas, el suministro
eléctrico estaba asegurado, se colectivizaron los cines y las 60
líneas de tranvías conducidas por sus 6 500 trabajadores
anarquistas, estuvieron pronto funcionando a pleno rendimiento. En el campo
se ensayaron asombrosos experimentos sociales y económicos de colectivización
y autogestión (se abolió el dinero, por ejemplo) en comunas
libertarias como las descritas por Kropotkin en La conquista del pan.
11. Después de su participación en
el "Soviet", huyó a México y se escondió tras diferentes
identidades falsas. Escribió las más grandes novelas de anarco-aventura
del siglo XX, entre ellas El tesoro de Sierra Madre.
12. Action Coalition to Unleash Power (Coalición
de Acción para Liberar el Poder, o "Actúa") un colectivo
internacional de activistas contra el SIDA.
13. Un colectivo abierto de saboteadores ecologistas
norteamericanos. Conocidos por sus golpes teatrales, sabotajes de instalaciones
mineras y madereras, colocación de piezas metálicas en los
árboles para romper las sierras mecánicas, "desviación"
de vallas publicitarias, echar arena en los depósitos de combustible
de las excavadoras, etc.
14. Retiro voluntario, generalmente a la naturaleza,
practicado por los anarco-survivalistas en los año setenta.
15. Ananda Kentish Coomaraswamy (1877-1947) Pionero
historiador del arte indio y primer intérprete en Occidente de la
cultura do la India. Estableció el marco de estudios para contextualizar
la historia del arte indio. |