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Cooperación y producción inmaterial en el software libre.
Elementos para una lectura política del fenómeno GNU/Linux
Laurent Moineau y Aris Papathéodorou
Enero 2000
El jueves 9 de diciembre de 1999 la compañía VA Linux1 entra en bolsa
en el Nasdaq, el mercado público de las nuevas tecnologías. Las acciones
VA Linux, que cotizan al salir 30$ valen al final de la sesión
239,25$. Una subida récord (698% en una sola sesión) para una entrada
en bolsa en los EE.UU., pero sobre todo es la primera vez que en
circunstancias similares unas acciones terminan la sesión por encima de
la barrera de los 200$. Más allá de la anécdota, estos hechos merecen
una reflexión. En efecto, el entusiasmo repentino de los medios
bursátiles por lo que no era, hasta poco antes, más que un sector
marginal en la producción de software ¿es sólo un producto de la
ideología americana de la new economy, la creencia en la
reconquista del paraíso perdido gracias a las ``nuevas tecnologías'' de
la comunicación y de lo inmaterial? ¿El capitalismo financiero está
cediendo en esto a una simple moda pasajera con la esperanza de obtener
algunos beneficios fáciles y rápidos? ¿O quizá es la señal de que el
software libre --del que el sistema GNU/Linux es su locomotora--
después de haber aumentado espectacularmente contra todo pronóstico el
número de usuarios se impone ahora también al conjunto de la
economía-mundo? Una de las paradojas de esta situación, y no la menos
importante, reside precisamente en la emergencia en el seno mismo de la
economía capitalista de un nuevo modelo productivo --el del ``software
libre''-- que se construye por una parte en torno al rechazo de la
apropiación privada de las fuentes de innovación y de la producción
inmaterial y, sobre todo, por un ciclo de producción totalmente
cooperativo.
Es la naturaleza y las modalidades de esta cooperación productiva,
excepcional por muchos motivos, lo que nos interesa captar. En efecto,
si no nos quedamos en la simple interpretación ideológica que no vería
aquí más que una pura (y tradicional) contradicción entre una
``alternativa no mercantil'' y la potencia recuperadora del mercado,
podremos observar en la emergencia del modelo productivo del software
libre, en sus contradicciones y en los envites que se anudan alrededor
de su devenir, no solamente elementos de interpretación del capitalismo
posindustrial, sino sobre todo indicadores de los envites políticos que
se dibujan bastante más allá del sector informático. Pero, para
comprender lo que se está tejiendo ahora, nos parece que hace falta
antes de nada recorrer una serie de procesos de constitución de saberes,
de agregaciones comunitarias y de innovaciones tecno-científicas.
1 El nacimiento de Unix. Una auténtica revolución del software
La informática --nacida en la continuidad de la competición tecnológica
de la II Guerra Mundial y desarrollada bajo el aguijón belicoso de la
guerra fría-- no está todavía, a principio de las años setenta, más que
en una etapa quasi-experimental de una tecnología punta infrecuente y
costosa. Los ordenadores son principalmente supercalculadoras imponentes,
de uso frágil y a veces incierto pero sobre todo prácticamente incapaces
de comunicarse entre sí. Un universo particularmente fragmentado en el
límite del autismo, en el que los fabricantes ofrecían cada modelo de
máquina con su propia sistema, su propio software, su propio lenguaje de
programación pero también en el que los propios usuarios --en cuyos
círculos restringidos a los programadores-pioneros se les empieza a
conocer como hackers-- preferían a menudo simplemente
``producir'' su propio sistema y sus propios lenguajes de programación
adaptados a sus necesidades específicas...
En este contexto aparece un nuevo sistema operativo, Unix, que da
radicalmente la vuelta al mundo de la informática.
Según una leyenda, el jefe de AT&T, cansado de los numerosos problemas
de incompatibilidad entre los diferentes tratamiento de textos utilizados
en aquel momento, habría abierto una importante línea de crédito para
intentar resolver este quebradero de cabeza permanente. Ken Thompson
--experto en materia de sistemas que procede de los laboratorios-- y
Dennis Ritchie --el inventor del lenguaje de programación C-- se ponen
manos a la obra. Rápidamente ponen en evidencia que el verdadero envite
no está tanto en hacer compatibles los programas de tratamiento de
textos con las diferentes arquitecturas de hardware, sino más bien en
hacer que el sistema operativo mismo sea ``portable'' a los diferentes
tipos de máquinas. Para ellos la evolución del hardware, que vive ya la
aparición de los primeros miniordenadores, así como los auténticos
progresos en materia de programación, hacen posible y necesaria la
concepción de un sistema operativo completamente nuevo que contenga como
cualidad intrínseca la posibilidad de la cooperación.
El proyecto Unix, iniciado en 1971, se impone en gran medida a partir de
1974, año en el que se aplica con éxito en numerosos modelos de
ordenadores diferentes en los que funciona de manera casi idéntica. El
sistema Unix se muestra por lo tanto como un agenciamiento de
herramientas informáticas concebidas para combinarse eficazmente las unas
con las otras y constituir así un ``entorno informático común''. Se
impone rápidamente por sus cualidades nuevas: una simplificación para el
usuario de la estructura lógica de programación, una concepción modular
del sistema que aumenta las posibilidades de adaptación (por ejemplo, en
diferentes arquitecturas de hardware). Y sobre todo, Unix es el primer
sistema operativo multiusuario y multitarea que se basa en el respeto de
estándares abiertos.
2 El laboratorio de inteligencia de Berkeley
El interés de la comunidad universitaria por el sistema Unix cristaliza
particularmente en la Universidad de Berkeley, California. En 1974 un
grupo de investigadores y estudiantes de Informática adquiere el Unix de
AT&T. La empresa les ha cedido por una cantidad razonable el código
fuente del sistema 2
Pero el sistema AT&T requiere para funcionar correctamente en las
máquinas de Berkeley algunas mejoras y adaptaciones que aportarán en
particular dos jóvenes estudiantes de Informática, Chuck Halley y Bill
Joy, con la ayuda del mismo Ken Thompson. De este trabajo --estructurado
en torno a a un pequeño equipo de pioneros-- saldrá, a principios de
1977, la Berkeley Software Distribution (BSD), una versión del sistema
Unix mejorada por los hackers de la Universidad de Berkeley. El sistema
BSD, que conoce un verdadero éxito entre los equipos universitarios de
todo el mundo, se pondrá al día regularmente durante los años siguientes
gracias a las múltiples contribuciones y aportaciones de los mismos
usuarios.
En seguida dos versiones Unix, pero sobre todo dos culturas Unix, corren
paralelamente para luego enfrentarse. La de Unix System Labs de
AT&T por un lado y la de Computers Systems Research Group (CSRG) de
Berkeley por el otro; por un lado los mecanismos de innovación de
empresa, por otro un proceso cooperativo de innovación en el seno de una
comunidad (si bien restringida). El éxito de BSD plantea un problema en
seguida a AT&T, que en 1992 lleva al CSRG a los tribunales por haber
sobrepasado los términos de la licencia acordada y haber hecho públicos
``secretos industriales''. Será el comienzo de una larga batalla
jurídica que no acabará hasta 1994, con la venta por parte de AT&T de
los Unix System Blacks a la empresa Novell, que se apresura a llegar a
un acuerdo. El proyecto BSD no sobrevive sin embargo a la aventura
judicial. El acuerdo al que se llegó entonces permite de todos modos
sacar una última versión del sistema BSD llamada ``4.4 BSD Lite'', bajo
licencia libre y desembarazada de toda huella de código perteneciente a
AT&T.3.
El final del desarrollo del Unix BSD, a causa de la epopeya judicial del
copyright, pone fin a una época. La informática pasa de la era de los
pioneros a la de la producción industrial de mercado. Numerosos hackers
históricos abandonan los laboratorios para formar su propia empresa o se
integran en los mayoristas del sector. La empresa Sun, por ejemplo,
surge directamente del vivero de la Universidad de Berkeley donde fue
concebida la versión BSD de Unix.
Esta situación tiene dos consecuencias principales. En primer lugar, la
de conducir a una verdadera balcanizacion de los diferentes sistemas
basados en Unix, hasta las diferentes tentativas de relanzar el proyecto
BSD fuera del marco universitario (NetBSD, FreeBSD, OpenBSD). Cada una
desarrolla sus propia variantes, sus propias implementaciones en
detrimento la mayor parte de las veces de la compatibilidad. Y, en
segundo lugar, encierra al desarrollo informático en lo que será llamado
``sistema propietario'', es decir, la aplicación estricta por parte de
las empresas del principio de propiedad privada a toda producción de
software, excluyendo así toda publicidad del código y por lo tanto toda
participación de los usuarios en su desarrollo. Lo que, en otros
términos, lleva a impedir cualquier innovación en el seno de un producto
terminado.
3 Una necesidad no satisfecha de innovación y de libertad
Anticipándose a ese callejón sin salida, en 1984 Richard M. Stallman lanza
el movimiento del software libre (``Free Software Foundation'') con el
objetivo político de oponerse a la apropiación privada de la inteligencia
informática (el software) por parte de las empresas del sector. Pero ¿qué
es eso del software libre? Podemos decir que un programa es libre si
``tienes la libertad para ejecutarlo, sea cual sea el motivo por el que
quieres hacerlo; tienes la libertad de modificar el programa para
adaptarlo a tus necesidades (en la práctica, para que esta libertad tenga
efecto, tienes que poder acceder al código fuente, ya que introducir
modificaciones en un programa del que no se dispone del código fuente es
un ejercicio extremadamente difícil); dispones de la libertad de
redistribuir copias, ya sea gratuitamente o a cambio de una cantidad de
dinero; tienes libertad para distribuir versiones modificadas del
programa, de tal manera que la comunidad pueda beneficiarse de tus
mejoras''.4
Con la constitución de la FSF y del proyecto GNU5, Stallman y otros hackers se
empeñan en el objetivo de construir un sistema operativo de tipo Unix
completamente basado en software libre...``Un sistema operativo
permite hacer muchas cosas; sin sistema el ordenador ni siquiera puede
funcionar. Un sistema operativo libre haría de nuevo posible una
comunidad de hackers trabajando de modo cooperativo --e invitar a que se
nos uniera quien quisiese. Todos y cada uno podrían utilizar un
ordenador sin tener que sumarse a una conspiración que buscaba privar a
tus propios amigos de los programas que utilizas.''6 Una tarea descomunal que pasa primero por el
desarrollo de programas libres (bajo etiqueta GNU) que correspondan a
las funciones esenciales requeridas por un sistema operativo
(compiladores, editores de texto, etc.). Pero también una formalización
del estatuto del software libre de manera que lo que se desarrolle como
código libre no pueda ser después transformado en ``software
propietario'', privando de este modo a los usuarios de toda libertad de
uso. Se trata de la creación del principio de copyleft --por
oposición al copyright-- y sobre todo de su puesta en marcha bajo la
forma de la licencia libre GPL. Esto plantea al mismo tiempo la libertad
de uso y de modificación del código bajo GPL y la imposición de que todo
programa que integre todo o una parte tenga que ser imperativamente a su
vez software libre.7
4 Internet, la estructura que conecta
No es posible hablar de lo que ha ocurrido en el mundo de la informática y
del software sin evocar el papel determinante de Internet. A partir de la
experimentación de las primeras redes telemáticas, a fines de los años
cincuenta bajo la égida de la investigación militar avanzada (ARPA), esta
forma de comunicación seduce a los investigadores y a los informáticos por
sus potencialidades en materia de intercambio de datos de manera
horizontal y por la posibilidad de la cooperación a distancia.
Sin duda no es casualidad que el sistema Unix incluya de principio sus
propios protocolos de red (UUCP e IP), que permiten a dos ordenadores
funcionando bajo Unix intercambiarse mensajes electrónicos a través de
líneas telefónicas ordinarias. Las máquinas Unix crearán muy pronto una
red en la red, de la que saldrá en 1980 la red Usenet (la de los
newsgroups, los forums electrónicos hoy parte integrante de
Internet), que en seguida superará en amplitud a
ARPAnet8. Este sistema de relaciones sociales a
distancia9, a través de la escritura transportada de un
ordenador a otro, no podía quedar confinada al mundo de la
investigación. Los investigadores mismos son frecuentemente jóvenes y
tienen inquietudes diversas, desde la política a la música, de la
filosofía zen al deporte, gradualmente el uso de la red comienza a
``desviarse'' de su función primera que es la de conectar los
superordenadores de los laboratorios de investigación y crean áreas de
discusión dedicadas a los temas más diversos.
La red deviene un instrumento autónomo en manos de comunidades de
investigadores. Un instrumento que funciona como una máquina de guerra
para la circulación de procesos cognitivos pero también como máquina
subjetiva para la constitución de espacios comunitarios virtuales. Así,
lo que circula a través de las líneas telefónicas (correo, newsgroups) es
más que una suma de simples datos académicos: la comunicación
electrónica se convierte en el vector de agregación de microcomunidades
de intereses, de cooperación en proyectos comunes. De hecho el sistema
GNU/Linux llega en un momento en el que la cooperación se ha hecho
posible a gran escala a través de la red. Podemos incluso decir que es
de alguna manera la primera producción ``palpable'' de Internet, es
decir, la primera vez que la red de redes materializa otra cosa
diferente que ella misma.
5 El núcleo viene del frío
A principios de los años noventa, un joven estudiante finlandés, Linus
Torvalds, sorprende proponiendo casi por azar un nuevo sistema operativo
construido alrededor de un núcleo10 muy pronto bautizado como ``Linux''. Linus
deseaba simplemente poder ejecutar en su casa, en su propio PC, los
programas que él mismo realizaba o utilizaba en su carrera. Como su
universidad estaba equipada con ordenadores de tipo Unix, Linus se
propuso crear un sistema Unix libre de derechos que pudiera funcionar
con una arquitectura hardware de tipo Intel (los PC), los
microordenadores más corrientes.
De hecho, en ese momento, la tarea no era tan dura como parece. El
proyecto GNU de la Free Software Foundation (FSF) se había ocupado ya de
redesarrollar la mayor parte de los comandos Unix, así como cierto
número de software fundamental como el compilador GCC. Un Unix libre,
diferente del sistema BSD, ya había sido casi realizado, pero la FSF no
había anticipado correctamente el desarrollo formidable del PC. Los
programas de GNU eran instalados por administradores del sistema atentos
al rendimiento y a la portabilidad sobre los miniordenadores que
funcionaran con Unix. La idea genial de Linus fue centrarse en la
concepción y realización de un núcleo capaz de interactuar con los
programas de GNU, llevando el conjunto a los ordenadores personales.
Eric S. Raymond relata así su descubrimiento de GNU/Linux: ``El encuentro
con Linux fue un shock. A pesar de llevar bastantes años de actividad en
la cultura hacker, todavía arrastraba la idea no contrastada de que los
hackers amateurs, aun los más dotados, no podrían juntar jamás los
recursos suficientes ni el talento para producir un sistema operativo
multitarea utilizable[...] Observar este exceso de código maravilloso
desplegado ante mis ojos fue una experiencia bastante más potente que
contentarme con saber, desde un punto de vista únicamente intelectual, que
todas los trozos existían probablemente ya en alguna parte. Es como si me
hubiera estado paseando durante años en medio de montones de piezas de
recambio desparejadas y me encuentro de repente enfrente de esas mismas
piezas juntadas bajo la forma de un Ferrari rojo y rutilante, con las
puertas abiertas, las llaves bailando en el contacto y el motor rugiendo
promesas de potencia...Las tradiciones hackers que yo venía observando
durante los últimos veinte años cobraban de repente vida de un modo nuevo
y vibrante.''11
Concebido de manera casi confidencial en 1990, el sistema GNU/Linux se
revela realmente en 1993. En nada de tiempo, se contagia lo que queda de
las comunidades de hackers dispersas en el mundo y la joven
comunidad de los nuevos usuarios de PC, que pasan así del bricolaje en
MS-DOS a la programación en Linux. Algunos han dicho a propósito de
Linux que era ``el summum del hack''. Tras el énfasis de esta expresión,
se constata que efectivamente el sistema construido en torno al núcleo
linux potencia el conjunto del patrimonio del código acumulado durante
dos decenios por toda la comunidad. Se revela como el sistema operativo
más portable, puesto que funciona no solamente sobre arquitecturas Intel,
sino también con PowerPC (Macintosh, IBM, Amiga), Sparc (Sun). GNU/Linux
es también una plataforma opcional para sistemas empotrados: en pocos
años, equipamientos tan diversos como autorradios, lavadoras o cafeteras
llevarán este sistema incorporado.
6 El proceso de desarrollo del software libre
La verdadera innovación del sistema GNU/Linux no reside solo en su
dimensión ``tecnológica'' (el núcleo portable), sino en los mecanismos
sociales de producción de la innovación que se ponen en juego alrededor
suyo. En efecto, una de las mayores fuerzas de este sistema operativo
--que puede explicar ampliamente su éxito actual-- es no solamente su
fuerte contenido innovador, sino sobre todo haberlo basado en el potencial
creativo existente en el software libre, y después en la utilización de la
red Internet como espacio en el que se elaboran nuevos proyectos y en el
que se pone en marcha una cooperación masiva y abierta. Retomando en gran
medida los métodos de trabajo ``comunitario'' puestos en marcha durante un
tiempo en torno a la rama BSD/Unix, o del Massachussets Institute
Technology (MIT), el desarrollo del código no será ya un acto aislado, ni
como actividad personal ni en el marco empresarial, sino un verdadero
proceso de cooperación en el que la relación producción/utilización tiende
a diluirse. Los primeros usuarios del sistema son los mismos que lo
desarrollan; del mismo modo podríamos decir que los primeros que lo
desarrollan son sus propios usuarios.
El proceso de creación del software libre --contrariamente al
``software propietario''-- escapa a cualquier aproximación estilo
marketing, basándose más bien en la noción de utilidad social. Alguien
utiliza un programa y constata que no corresponde exactamente a sus
necesidades, ya sea porque faltan algunas funcionalidades, ya sea porque
su concepción no le satisface. Hace entonces el inventario de los
programas existentes para comprobar si puede utilizar otro producto. Si
este no es el caso, puede intentar la modificación del código fuente de
un programa ya desarrollado o bien crear un software completamente
nuevo, y en este último caso recurrir, vía listas de correo o grupos de
news, a todos aquellos que expresen la misma necesidad para unir sus
fuerzas y dar cuerpo a un nuevo software, por lo general retomando el
código libre existente. Por tanto, la participación en un nuevo proyecto
puede adoptar múltiples formas. Un usuario aguerrido puede aportar
documentación pero también exponer una modificación del código
--llamado patch o ``parche''-- al ``mantenedor'' del
software.12 Pero el usuario final también puede
expresar sencillamente su opinión sobre tal o cual problema particular
no anticipado por los desarrolladores o corregir un ``bug'' (fallo)
menor. La capacidad de los autores de software libre para recurrir a la
comunidad tanto para proponer mejoras como para reforzar el equipo de
desarrollo es un factor determinante. Y de hecho, se constata que cuanto
más abierto es un proyecto, más presiona la comunidad a los
desarrolladores para que mejoren (o completen) su ``producto'' y para
hacer frente a los riesgos de los inevitables abandonos de miembros del
equipo.
En un texto que se ha hecho famoso, ``La catedral y el
bazar'' (1998)13, Eric
S. Raymond ha propuesto lo que denomina el ``bazar'' frente a la
``catedral'', el modelo comercial tradicional de desarrollo. Raymond
señala que, como las fuentes del código se pueden descargar libremente,
la corrección de los bugs (o errores) se hace a un ritmo sostenido.
Según Raymond, esto explica por qué los programas son generalmente
fiables. En el ciclo de vida tradicional del software, la fase de
pruebas representa frecuentemente más de un tercio del tiempo de trabajo
consagrado a un producto. Al contrario, en la economía del software
libre son los usuarios quienes se encargan de este tipo de tareas y
quienes proponen las correcciones.
El tipo de organización descrita por Raymond se ha ido afinando desde
entonces. Como la cooperación en red ha borrado las fronteras, los
programadores de todos los países y de todos los medios están invitados a
participar en los proyectos más diversos. Pasamos aquí a otra escala,
lejos de los modelos de producción empresarial clásica. Conscientes de los
riesgos de desviación del modelo ``bazar'' hacia un modelo ``consejo
municipal'' (a fuerza de hablar, ya no hacemos nada)14, las
comunidades han respondido de manera pragmática adoptando procedimientos
técnicos que modifican las estructuras organizativas: el desarrollo se
hace en red, con la ayuda de herramientas que automatizan las
fastidiosas actualizaciones del código fuente. Surgen sofisticados
sitios web dedicados al desarrollo en grupo y a la cartografía de bugs,
siendo uno de los más interesantes el del proyecto Gnome (software de
escritorio completamente libre). Tan seductor como devorador de tiempo
¿cómo podría resistir este modelo a los empellones de las grandes
empresas informáticas, que desde 1998 invierten masivamente en el
suministro de software para GNU/Linux? ¿Cómo por otra parte asegurar una
remuneración correcta a los desarrolladores de software libre? En fin,
¿la comunidad que hace desarrollar este sistema ha tomado precauciones
contra un control externo?
7 Business is business
El sistema GNU/Linux será de ahora en adelante un ``blanco'' privilegiado
para los productores de programas. IBM, Oracle, Inprise (antes Borland),
Sun (inventor del lenguaje Java), sin olvidar el precursor Netscape y más
recientemente Matra proponen portar sus productos de referencia a
GNU/Linux. Lo importante aquí es subrayar que estos productores han
escogido estrategias diferentes e incluso opuestas para conquistar este
mercado que, hay que recordar, no es para nada ``cautivo''. La mayor parte
de las versiones GNU/Linux de los programas que ofrecen estas empresas son
gratuitos. Se puede descargar libremente el producto completo desde
Internet o, como mínimo, una versión básica totalmente
correcta15. La disponibilidad (liberación) del código fuente choca
sin embargo con la concepción tradicional de los ``decididores'' de la
economía del sector: los secretos de fabricación tienen que estar bien
guardados cuando tan siquiera los beneficios surgen de la venta de
programas (con la notable excepción de Microsoft), sino del suministro
de servicios para las empresas. La presión de la comunidad de usuarios
de programas es sin embargo bastante fuerte, por eso IBM ha anunciado
que el código de su base de datos DB2 estará disponible
gratuitamente.
La apuesta más audaz la ha llevado a cabo la empresa Netscape,
persuadida por Eric Raymond. Para hacer frente a serias pérdidas de
mercado, Netscape ha decidido liberar a la comunidad de desarrolladores
el código de su software de navegación web, rebautizado al efecto como
Mozilla. Netscape redistribuye su producto bajo una nueva licencia, la
NPL (Netscape Public License), ya que según Eric Raymond las licencias
GPL y BSD no podían aplicarse en este caso pues el código de Mozilla
contiene partes desarrolladas por terceras empresas que todavía detentan
copyright cerrado.
¿Cabría decir que actualmente, como parecen pensar los promotores del
open source16, las
estructuras y los modos de organización preconizados por la FSF
constituyen un obstáculo para el desarrollo de Linux cuando limita la
inversión de productores de software? No pensamos que esto sea así. Al
contrario, existen muchas empresas que distribuyen ya desde hace tiempo
sus productos bajo licencia GPL. El contrato está claro: la comunidad se
encarga de coordinar el desarrollo del producto y la empresa le asegura
que el software esté siempre disponible y sea adaptable. Este es el caso
de la compañía AbiSoft, que desarrolla un procesador de textos llamado
Abiword. También es el caso de la empresa Cygnus --recientemente
adquirida por Red Hat-- que desarrolla el compilador egcs, sucesor de
GCC, adoptado entre otras por la NASA. El software libre ejerce muchas
veces de vector de reconocimiento para la empresa que gana su dinero de
otra manera (venta de CDs, manuales, asistencia, etc.). El modelo
estadounidense de las start-up permite recaudar fondos para
financiar desarrollos de software libre. La empresa parisina Mandrake
Soft emplea así programadores cuya tarea consiste en participar en la
realización de una suite de oficina bajo licencia GPL
(KOffice). El desarrollo de este software no está bajo la
responsabilidad de Mandrake Soft, que pone simplemente recursos humanos
y materiales a disposición del proyecto. Aunque este tipo de cooperación
no es fundamentalmente nuevo --el servidor gráfico de Unix, XWindow, ha
sido desarrollado por un consorcio que reagrupaba a sus principales
vendedores--, su originalidad reside en el hecho de que los proyectos
asocian desarrolladores asalariados pero también altruistas. Estos
últimos se ven ampliamente recompensados: además de la satisfacción
personal y su valoración por parte de la comunidad, la participación en
el desarrollo de software es un triunfo innegable que se menciona en un
currículum. Añadamos para terminar que numerosos proyectos informáticos
de final de carrera conciernen a sistemas GNU/Linux.
Bob Young, el patrón de Red Hat, estima en un 70% la proporción de
desarrolladores GNU/Linux remunerados.17 Aunque este porcentaje
resulta un poco excesivo, conviene considerar que muchas personas que
trabajan en la enseñanza superior y la investigación participan en el
desarrollo o en la mejora de GNU/Linux en sus lugares de trabajo: el
software libre se beneficia por lo tanto de una financiación indirecta muy
importante.
8 El contrapoder de los usuarios
El devenir del sistema GNU/Linux suscita ya muchísimas interrogaciones e
inquietudes, concretamente sobre el riesgo supuesto de una
``recuperación por parte del mercado''. Pensamos que hay tres razones
principales que demuestran de qué manera este sistema ofrece serias
garantías de independencia.
La primera es de orden jurídico: el sistema se distribuye bajo licencia
GPL. Eso significa, como ya hemos visto, que todo producto que contiene
una parte, por mínima que sea, de código bajo GPL, ha de ser él mismo
distribuido exclusivamente bajo licencia GPL. Como el corazón del sistema
ha sido realizado pro cientos de programadores, esto significa que
tendrían que ponerse todos de acuerdo para un cambio eventual del estatus
jurídico. Aunque el reconocimiento legal de la GPL no sea evidente, sí
bloquea cualquier tentativa de captación. Además, la marca ``linux'' --en
sí misma un contrasentido-- ha sido depositada por un grupo que defiende
ferozmente la identidad del sistema: Linus Torvalds es por el momento su
depositario. La segunda razón es de orden técnico: contrariamente a
Windows o a MacOS (antes de la futura versión X), el sistema GNU/Linux
--heredado de Unix-- está construido en forma de capas sucesivas que se
apoyan en normas y estándares abiertos. Tenemos el núcleo, la capa de
red, los comandos desarrollados por GNU, la capa de base gráfica de la
que se ocupa el consorcio XFree, los innumerables ``gestores de
ventanas'' (de fvwm a enlightenment, pasando por WindowMaker y
AfterStep), los programas de oficina (Gnome, KDE, etc.) y, para
terminar, todas las aplicaciones. Un conjunto complejo del que
evidentemente no es propietaria ninguna empresa ni ningún organismo.
La tercera razón es política. Los usuarios dependen de su sistema, la
disponibilidad y la gratuidad del código son para ellos un auténtico
empeño, a pesar de que la variable ``política'' sólo sale a relucir
excepcionalmente. Para muchos de ellos, el software libre es una
prolongación del espíritu de la contracultura de los últimas
décadas.18
Admitiendo que un depredador llegase a tomar el control de núcleo
--aunque no se sabe cómo podría hacerlo-- existen sistemas igualmente
libres e igualmente basados en Unix, como la familia de los BSD herederos
de la rama Berkeley (FreeBSD, OpenBSD y NetBSD) o como Hurd, el núcleo
oficial de GNU, que también pueden hacer funcionar los programas Linux en
las mismas condiciones. La comunidad abandonaría por lo tanto el barco con
armas y equipaje y al cabo de un año todo el mundo habría olvidado
Linux...
9 Para no concluir
El modelo de software libre trastoca la concepción que podíamos tener de
la cooperación y de la innovación. Hay que constatar que nos encontramos
por primera vez en presencia de una cooperación masiva, planetaria,
altamente valorizable, asegurada conjuntamente por empresas, es cierto,
pero sobre todo por un conjunto de sujetos autónomos, a la vez en el
corazón del sistema capitalista pero también afuera, es decir, más
allá.
Tradicionalmente, se venía diciendo con Schumpeter que el empresario era
el motor de la innovación mientras que el marxismo ortodoxo ponía el
acento en el ``progreso social'' como el fruto de las luchas de masas. El
operaismo italiano efectúa un salto cualitativo sosteniendo que
la lucha de clases es lo que determina el desarrollo capitalista: la
innovación se plantea entonces a la vez como una apuesta de la lucha y
como el producto de la relación de fuerzas entre el capital y la clase
obrera.19 Siguiendo este hilo, esto
significa que la cooperación solo puede ser concebida como exclusivamente
puesta en marcha en el interior de la esfera de la producción capitalista.
El desarrollo del proceso cooperativo de producción de software libre
alrededor del sistema GNU/Linux --con su fuerte contenido innovador--, a
pesar de no encontrarse fuera de la dinámica de producción capitalista,
pone en marcha fuerzas sociales que se determinan en gran medida fuera de
la maquinaria económica. La circulación de saberes, la identificación
colectiva con una ética de compartir el conocimiento, las prácticas de
creación colectiva en red o los intentos de ``moralización'' de la
relación mercantil, etc. sugieren que estamos en presencia de sujetos
sociales híbridos, actores de un formidable despegue productivo, pero
también actores de una verdadera movilización hacia la conquista de nuevos
derechos.
Creemos, con Manuel Castells, que ``el paradigma de las tecnologías de la
información proporciona las bases materiales de su extensión al conjunto
de la estructura social''20. Un modelo de cooperación social productiva ha surgido en
torno al software libre: todavía no sabemos si podrá extenderse a otros
sectores de la producción inmaterial...para constituir un nuevo
paradigma productivo.
En torno a la necesaria lectura política de esta realidad que va cobrando
forma, así como de su necesaria interpretación en términos que vaya más
allá de las categorías de la economía política y de la ideología, nos
parece necesario interpretar en lo sucesivo el fénomeno ``GNU/Linux'' o,
para ser más precisos, el proceso de cooperación social ampliada que ha
cristalizado alrededor de comunidades de desarrolladores y usuarios de
este sistema informático libre.
Copyright
©2000 Laurent Moineau y Aris Papathéodorou
Se permite la
copia literal e íntegra de este artículo siempre y cuando esta nota se
preserve.
Traducción castellana: Marisa Pérez Colina y Miquel
Vidal, de sinDominio.net
- 1
- VA Linux
es una sociedad especializada en dar soluciones informáticas basadas en
software libre a las empresas. http://www.valinux.com
- 2
- Teniendo en cuenta la diversidad de
hardware, era corriente en aquel momento que las empresas facilitaran el
código fuente de los programas o del sistema (es decir, ``el secreto de
fabricación''), sin el que hubiera sido imposible adaptarlos o hacerlos
funcionar. La universidad, que no posee más que rudos sistemas
compartidos entre varios departamentos, está interesada en equipar a a
cada uno de ellos con miniordenadores bajo Unix, más apropiados y de uso
más flexible.
- 3
- Para un relato detallado de la aventura del Unix BSD,
ver el artículo de Marshall McKusick, que se titula ``Twenty Years of
Berkeley Unix. From AT&T-Owned to Freely Redistributable'', en VV.AA.
Open Sources. Voices from the Open Source Revolution, Editions
O'Reilly, 1999. Hay disponible una versión íntegra en línea en el sitio
del editor estadounidense
http://www.oreilly.com/catalog/opensources/book/toc.html
- 4
- Richard Stallman, ``The GNU Operating System and the
Free Software Movement'' en VV.AA. Open Sources. Voices from the
Open Source Revolution. [Existe traducción castellana de este importante
artículo en: http://www.fsf.org/gnu/thegnuproject.es.html]
- 5
- Creado según
el principio del acrónimo recursivo, GNU significa ``Gnu's Not UNIX'',
es un guiño de los tiempos en los que el copyright sobre el término
Unix obligaba a los sistemas tipo Unix a denominarse
Unix like o Un*x.
- 6
- R.
Stallman, obra citada.
- 7
- La versión oficial de la GPL está
disponible en www.gnu.org/copyleft/gpl.html. [Existen varias
traducciones castellanas no oficiales en
lucas.hispalinux.es/Otros/gples/gples.html]
- 8
- ARPAnet es una red electrónica experimental puesta en
marcha por la Advanced Research Project Agency (ARPA), dependencia del
Departamento de Defensa estadounidense. En términos estrictos, de la
fusión de ARPAnet entre otras con las redes universitarias y Usenet
nacerá Internet.
- 9
- Sobre la naturaleza de las relaciones humanas en red,
ver Jean-Louis Weissberg.
- 10
- El núcleo o kernel
es prácticamente el corazón de un sistema de tipo Unix, el elemento
alrededor del cual se agencian los módulos, los comandos, las
bibliotecas y los programas para componer un sistema operativo en su
conjunto. El término Linux designa de hecho el núcleo de un
sistema llamado GNU/Linux.
- 11
- Eric Raymond, ``The revenge of the hackers'', en
VV.AA. Open Sources. Voices from the Open Source Revolution.
- 12
- Cada programa libre tiene una persona (a veces dos)
que asume la tarea del ``mantenimiento'' del código y esto resulta
ciertamente crucial. Tiene que añadir constantemente nuevas
funcionalidades al software, al mismo tiempo que vela por su calidad y
su estabilidad. Tiene que responder sobre todo a las peticiones de los
usuarios, incorporando mejoras o modificaciones propuestas por estos
últimos. Cuanto más importante es el proyecto, más evoluciona hacia
funciones de coordinación o de arbitraje, siendo estos conflictos entre
desarrolladores bastante frecuentes. Es por ejemplo la función actual
del creador de Linux, Linus Torvalds, cuya autoridad en el desarrollo
del núcleo es incontestable.
- 13
- Una traducción castellana se encuentra
disponible en: http://lucas.hispalinux.es/Otros/catedral-bazar/
- 14
- Ver el texto
de Alan Cox, uno de los principales hackers del núcleo Linux, ``La
catedral, el bazar y el consejo municipal'', publicado originalmente en
http://www.slashdot.org/features/98/10/13/1423253.shtml
- 15
- El caso de la suite de oficina StarOffice es bastante
emblemática: su uso se ha hecho totalmente gratuito después de la compra
por parte de Sun de la empresa que lo había desarrollado...sin embargo
sus fuentes siguen sin estar disponibles [N. de la T. En agosto de 2000
Sun publicó bajo licencia libre GPL las fuentes de esta suite ofimática
multiplataforma, un clon del Office de Microsoft, rebautizada ahora como
OpenOffice.]
- 16
- La Open Source Initiative (OSI) surgió
como propuesta de algunos hackers --Eric Raymond entre ellos-- para
acabar con una ambigüedad (free en inglés, significa ``libre''
pero también ``gratis'') y con un término que al parecer podía disuadir
a las empresas, pero a cambio ha introducido otras ambigüedades tal vez
peores: con el concepto open source (``fuente abierta'') que
proponen como sustituto a ``software libre'' se pone solo el acento en
que el código fuente esté disponible, sin incidir en las otras tres
libertades (poder copiar, poder modificar y poder redistribuir
libremente), por mucho que en su definición también lo incluyan. Pero lo
peor es que ha servido sobre todo para crear confusión, pues algunas
empresas usan la marca ``open source'' como estrategia de marketing para
etiquetar software que no lo es. [N. de la T.]
- 17
- Entrevista en
Langages & Systèmes, noviembre 1999.
- 18
- El mismo Richard Stallman fue, a comienzos de los años
setenta cuando era estudiante, uno de los animadores del free
speech movement en el campus de la Universidad de Berkeley, como nos
cuenta en una entrevista el magazine italiano Decoder.
- 19
- Raniero Panzieri, ``Capitalisme et machinisme'', en
Luttes ovrières et capitalisme d'aujourd'hui, Colección ``Cahiers
Libres'', ediciones François Maspéro, 1968.
- 20
- Manuel Castells, La societé en
reseau, Fayard, 1998 [Traducción castellana: ``La sociedad red'',
Alianza, 1997]
This document was translated from LATEX by
HEVEA.