Versión al español de Luis Cruz Kuri
lckuri@bugs.invest.uv.mx

 

El Poder de la Estupidez


Por Giancarlo Livraghi

gian@gandalf.it

Junio de 1996


Un reporte Especial para
Entropy Gradient Reversals


 

  Siempre me ha fascinado la Estupidez.

La mía, por supuesto; y eso es una causa suficientemente grande de ansiedad.

Pero las cosas se vuelven mucho peores cuando uno tiene la oportunidad de encontrar como la Gente Grande toma Decisiones Grandes.

Generalmente tendemos a culpar a la perversidad intencional, a la malicia astuta, la megalomanía, etc. de las malas decisiones. Están allí, por supuesto; pero cualquier estudio cuidadoso de la historia, o de los eventos actuales, lleva a la invariable conclusión que la fuente más grande de los terribles errores es la pura estupidez. Cuando se combina con otros factores (como sucede a menudo) los resultados pueden ser devastadores.

Uno de los muchos ejemplos de estupidez es que la intriga y el poder de la manipulación bélica se llaman "maquiavélicos". Obviamente nadie ha leído los libros de Maquiavelo, y eso no es lo que el viejo Niccolò quiso dar a entender.

Otra cosa que me sorprende (¿o no?) es el escaso material dedicado al estudio de un tema tan importante. Existen departamentos universitarios para analizar las complejidades matemáticas de los movimientos de las hormigas del Amazonas, o la historia medieval de la isla de Perima; pero nunca he sabido de una Fundación o Consejo Consultivo que apoye los estudios de la Estupidología.

He encontrado muy pocos libros buenos sobre el tema. Uno que leí cuando era adolescente, y que nunca olvidé, se llama Una Breve Introducción a la Historia de la Estupidez Humana de Walter B. Pitkin de la Universidad de Columbia, publicado en 1934. Lo encontré por accidente hace muchos años cuando estaba viendo los anaqueles de libros de mi mamá; y muy a mi delicia, cuando fuí a su casa ayer y lo busqué, todavía estaba allí. Así de antiguo como es, todavía es un muy buen libro. Algunas de las observaciones del Profesor Pitkin aparecen extraordinariamente correctas sesenta años después.

Pero... ¿porqué llamaría el autor "una breve introducción" a un libro de 300 páginas?

Al final del libro, dice: Epílogo: ahora estamos listos para empezar a estudiar la Historia de la Estupidez. Nada sigue.

El Profesor Pitkin fué un hombre muy sensato. Sabía que toda una vida era muy poco tiempo para cubrir aún un fragmento de tan vasto tema. Así que publicó la Introducción, y eso fué todo.

Pitkin estaba muy consciente de la carencia de trabajos previos en el campo. El tenía a su disposición un equipo de investigadores a quienes puso a realizar pesquisas en los archivos de la Biblioteca Central de Nueva York. Nada encontraron. Según Pitkin, había solamente dos libros sobre la materia: Aus der Geschite der menschlichen Dummheit de Max Kemmerich, y Über Dummheit de Lewenfeld. Desafortunadamente no entiendo alemán, aunque "Dummheit " me parece suficientemente claro; y creo que Kemmerich y Lewenfeld debieron de haber tenido una abundancia especial de material para sus estudios, considerando lo que sucedió en Alemania en 1933 y en los años siguientes.

En la opinión de Pitkin, cuatro de cada cinco gentes son lo suficientemente estúpidos para ser llamados "estúpidos". Eso equivaldría a quinientos millones de gentes cuando escribió el libro; ahora son más de cuatro mil millones. Esto por si mismo es bastante estúpido.

El observó que uno de los problemas de la Estupidez es que nadie tiene una definición realmente buena de lo que es. De hecho los genios son a menudo considerados estúpidos por una mayoría estúpida (aunque nadie tiene tampoco una buena definición de genio). Pero la estupidez definitivamente se encuentra allí, y hay mucho más de lo que nuestras pesadillas mas desbordadas pudieran sugerir. De hecho domina al mundo --lo cual es muy claramente comprobado por la forma en que se gobierna al mundo.

Pero alguien, cincuenta años después, llegó con una definición bastante interesante. Su nombre es Carlo M. Cipolla quien es Profesor Emérito de Historia Económica en Berkeley. Todos sus libros se han publicado en inglés, excepto dos. El primero fué publicado por "Il Mulino" en Bolonia en 1988.

En ese libro hay un pequeño ensayo intitulado Las Leyes Básicas de la Estupidez Humana, que puede ser lo mejor que se ha escrito sobre la materia.

Aquí siguen las Cinco Leyes de la Estupidez, según Carlo Cipolla:

Primera Ley

Siempre subestimamos el número de gente estúpida.

Esto no es tan obvio como parece, dice Cipolla, porque:

a. gentes que habíamos pensado como racionales e inteligentes repentinamente resultan ser estúpidas sin lugar a dudas.

y

b. día tras día nosotros estamos afectados en cualquier cosa que hagamos por gente estúpida quienes invariablemente se aparecen en los lugares menos apropiados.

El también observa que es imposible establecer un porcentaje, ya que cualquier número que escojamos será demasiado pequeño.

Segunda Ley

La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la persona..

Si estudiamos la frecuencia de la estupidez en las gentes que llegan a limpiar los salones de clase después de que se han ido los alumnos y los maestros, encontraremos que es mucho más alta de lo que esperábamos. Podríamos suponer que está relacionada al bajo nivel de educación, o al hecho de que la gente no estúpida tiene mejores oportunidades de conseguir buenos trabajos. Pero cuando analizamos a los estudiantes o a los profesores universitarios (o, añadiría yo, a los programadores de computadoras) la distribución es exactamente la misma.

Las militantes feministas pueden encenderse, dice Cipolla, pero el factor estupidez es el mismo en ambos géneros (o en tantos géneros o sexos como usted decida considerar). Ninguna diferencia en el factor épsilon [estupidez], siguiendo a Cipolla, se puede encontrar por raza, condición étnica, educación, etcétera.

Tercera Ley (la de Oro)

Una persona estúpida es alguien que ocasiona daño a otra persona, o a un grupo de gentes, sin conseguir ventajas para ella misma --o aun resultando dañada.

(Regresaremos a esto, porque es el concepto central de la Teoría de Cipolla)

Cuarta Ley

La gente no estúpida siempre subestima el poder de causar daño de la gente estúpida. Constantemente se les olvida que en cualquier momento, y bajo cualquier circunstancia, el asociarse con gente estúpida invariablemente constituye un error costoso.

Esto sugeriría (diría yo) que la gente no estúpida es un poco estúpida --pero regresaré a este punto al final.

Quinta Ley

Una persona estúpida es la persona más peligrosa que puede existir.

Esta es probablemente la más ampliamente entendida de las Leyes, si bien solamente porque es del conocimiento común que las gentes inteligentes, sin importar lo hostiles que puedan ser, son predecibles, mientras que las gentes estúpidas no lo son. Además, su corolario básico:

Una persona estúpida es más peligrosa que un bandido

nos conduce a la parte medular de la Teoría de Cipolla. Existen cuatro tipos de gente, dice, dependiendo de su comportamiento en una transacción:

Desgraciado: alguien cuyas acciones tienden a generar auto daño,
pero que también crean ventajas para alguien más.
Inteligente: alguien cuyas acciones tienden a generarle ventajas,
al igual que ventajas para otros.
Bandido: Alguien cuyas acciones tienden a generarle ventajas,
al mismo tiempo que ocasionan daños a otros.
Estúpido: Ya tenemos esta definición en la Tercera Ley.

                     

El Profesor Cipolla usa un diagrama que se asemeja al que sigue:



                    Y

                    |
                    |
                    |
                    |
        H           | +         I
                    |
                    |
                    |
                    |
------------------- O -------------------  X
        -           |           +
                    |
                    |
                    |
        S           | -         B
                    |
                    |
                    |

 

El eje de las X's mide las ventajas ganadas por las acciones de uno.

El eje de las Y's mide las ventajas ganadas por otra persona (o grupo).

Claramente, las gentes en la región "I" son inteligentes, gentes en la región "B" son los bandidos, gentes en la zona "D" son los desafortunados o desgraciados, y gentes en la región "E" son los estúpidos.

También es bastante claro que, dependiendo de la ubicación donde queden en esta matriz, la gente tendrá un mayor o menor grado de estupidez, inteligencia, gangsterismo, etc. Uno puede desarrollar una amplia variedad de combinaciones, tales como las de bandidos listos y bandidos estúpidos, dependiendo sobre la razón de beneficio-daño. (En esto, observa Cipolla, la cantidad de daño deberá medirse desde la perspectiva de la víctima, no del bandido, lo cual hace que la mayoría de los ladrones y criminales queden como bastante estúpidos.)

Supongo que de aquí en adelante cada uno de nosotros pueda utilizar esta matriz para estudiar la estupidez y elaborar la aplicación de la Teoría de Cipolla en todas sus múltiples variantes posibles.

Pero esto no es todavía el final de la historia.



                    Y

                    |
                    |
.                   |
   .         Hi     |
      .             | +         I
         .          |
            .       |
        Hs     .    |
                  . |
------------------- O -------------------  X
        -           |  .       +
                    |     .
                    |        .     Bi
                    |           .
        S           | -            .
                    |    Bs           .
                    |                    .
                    |                       M

Si trazamos una línea diagonal a través de la matriz, encontramos que toda la zona que se encuentra sobre el lado superior derecho de esta línea corresponde a una mejora en el balance global del sistema, en tanto que los eventos (y la gente) asociados al otro lado se asocian con un deterioro.

Pueden efectuarse una variedad de análisis interesantes al estudiar las variables en cada uno de los cuatro sectores, tales como Ed y Eb, Ib y Id, De y Di, o en tantos subsectores como uno desee definir.

Por ejemplo, la cuerda "M" en el lado inferior derecho de la malla delinea la posición del "bandido perfecto": alguien que ocasiona exactamente tanto daño como a su vez él o ella acumula de ganancia. Obviamente, a ambos lados de la diagonal se tienen situaciones de bandidos "imperfectos" -- Bi corresponde a los "bandidos inteligentes" y Be a los "bandidos estúpidos".

En un mundo poblado exclusivamente por "bandidos perfectos", el sistema como un todo quedaría equilibrado; los daños y las ventajas se cancelarían mutuamente. El mismo efecto ocurriría en un mundo poblado exclusivamente por gentes "perfectamente desafortunadas".

Por supuesto las gentes inteligentes hacen la mayor contribución a la sociedad como un todo. Pero, tan feo como pueda parecer, los bandidos inteligentes también contribuyen a una mejora en el balance de la sociedad al ocasionar mas ventajas que daños globalmente. Las gentes "desafortunadas-inteligentes", aunque de manera individual pierden, también pueden tener socialmente efectos positivos.

Sin embargo, cuando la estupidez entra en escena, el daño es enormemente mayor que el beneficio a cualquiera.

Esto comprueba el punto original: el único factor más peligroso en cualquier sociedad humana es la estupidez.

Como un historiador, Cipolla señala que, en tanto que el factor epsilon (estupidez) es constante a través del tiempo, al igual que del espacio, una sociedad fuerte en ascenso tiene un porcentaje mayor de gente inteligente, en tanto que una sociedad que declina tiene un alarmante porcentaje de bandidos con un fuerte factor de estupidez (sub-area Be en la malla) entre la gente en el poder, y un igualmente alarmante porcentaje de desafortunados (área D) entre aquellos que no están en el poder.

¿Adónde estamos ahora? Esa es una buena pregunta....

Cipolla también observa que las gentes inteligentes generalmente saben que lo son, los bandidos también están conscientes de su actitud, y aun las gentes desafortunadas tienen una sospecha penetrante de que no todo está bien.

Pero las gentes estúpidas no saben que son estúpidas, y esta es una razón más por que son extremadamente peligrosos.

Lo cual por supuesto me remite a mi pregunta original y dolorosa: ¿ soy estúpido?

He pasado varias pruebas de coeficientes de inteligencia con buenas calificaciones. Desafortunadamente, sé como funcionan estas pruebas y que estas nada demuestran.

Varias gentes me han dicho que soy inteligente. Pero eso tampoco demuestra algo. Estas personas pueden ser tal vez muy consideradas como para decirme la verdad. A la inversa, podrían estar intentando usar mi estupidez para sus propios fines ventajosos. O podrían ser tan estúpidos como yo.

Quedo con un pequeño asomo de esperanza: muy a menudo estoy intensamente consciente de cuan estúpido soy ( o he sido). Y esto indica que no soy completamente estúpido.

En algunas ocasiones, he tratado de ubicarme en la matriz de Cipolla, utilizando lo más que sea posible resultados medibles de acciones, en lugar de opiniones, como un termómetro. Dependiendo de la situación, parece que deambulo alrededor del lado superior de la malla, entre las áreas De y Ib; pero en algunos casos quedo desesperadamente perdido en Ed. Tan solo deseo quedar ubicado en el lado derecho de la diagonal con tanta frecuencia como lo creo.

En una escala más amplia, uno esperaría que los factores más fuertes de éxito se ubiquen en los subsectores Ib y Bi. Sin embargo, los descomunales números de gentes Eb y aun Ed que han tenido maravillosas carreras solamente puede ser explicado por un fuerte deseo por parte de muchos líderes de estar rodeados de tantas gentes estúpidas como sea posible.

Cuando leí el libro, me gustó tanto que le escribí una carta a Carlo Cipolla. (Solamente he hecho este tipo de cosa dos veces en mi vida).

Muy para mi sorpresa, me contestó, breve pero amablemente.

Yo tenía dos preguntas:

a. "¿Puedo tener el texto inédito de la versión en inglés, para mis amigos de habla inglesa?"

La respuesta fué no. (No dijo porqué, pero tengo una sospecha)

b. "¿Que piensa de mi 'corolario' a su Teoría?"

En este caso la respuesta fué, "Bien...¿porqué no? , tal vez..." --lo cual interpreté como una Entusiasta Aprobación y Adhesión de...

Corolario de Livraghi a la Primera Ley de Cipolla

En cada uno de nosotros hay un factor de estupidez,
que siempre es más grande de lo que suponemos.

Esto crea una malla tridimensional y no pienso que deba llevarlo a usted por los pasos que hay que dar, porque ninguna persona que no sea estúpida (o tímida) tendría el coraje de leer hasta este punto.

Por supuesto, uno puede introducir otras variables, tales como sus propios factores D y B, y los E, D y B de otras gentes. Puede ser sensato olvidarse de ellos, en tanto que nunca son suficientes como para quedar satisfecho; no obstante, si considere B, porque aun la más generosa de las gentes puede comportarse algunas veces como un bandido, si bien tan solo por error. Estos factores adicionales generan modelos multidimensionales que pueden resultar algo difíciles de manejar. Pero aun si solamente consideramos nuestros valores individuales épsilon, la complejidad puede ser bastante formidable.

Inténtelo usted... y asústese de verdad.



Vea la segunda parte de El Poder de la Estupidez


 

 

 
   

Marzo de 1998


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