¿Qué son los memes?
Introducción general a la teoría de memes
Jordi Cortés Morató
jorcor@telepolis.com
``Un carro con ruedas radiadas no sólo lleva grano u otras mercancías de
un lugar a otro; lleva la brillante idea de un carro con ruedas radiadas
de una mente a otra''.1 Quienes vieron por primera
vez este nuevo invento lo asimilaron por imitación y lo difundieron: la
idea ``rueda radiada'' se transmitió por imitación aunque los carreteros
pensaban que lo importante de su carga era el grano. La transmisión
cultural, los procesos de formación y circulación de ideas que se
imponen más o menos rápidamente en una época o en una sociedad
determinada, siguen unos caminos que no son reductibles solamente a los
que describen las teorías clásicas de la información o de la
comunicación —que estudian los canales, los sistemas de codificación,
los medios de comunicación, etc.—, y que no se reducen tampoco
a los mecanismos de difusión o transmisión cultural estudiados por los
antropólogos o los sociólogos,2 sino que supone
además un proceso de asimilación mental y afectivo que se efectúa en
interacción con el medio cultural, y que manifiesta los rasgos propios
de un proceso evolutivo. Desde esta perspectiva, la transmisión
cultural empieza a ser estudiada por la biología y, especialmente, por
la etología,3 que no tienen reparo en
hablar, en sentido fuerte, de evolución cultural más que de
mera transmisión cultural. Este estudio se efectúa en el seno
de una concepción amplia de la cultura entendida de manera
informacional: una cultura es información transmitida entre miembros de
una misma especie, por aprendizaje social mediante la imitación, por la
enseñanza o por asimilación.4
También desde el ámbito de la semiología se empieza a señalar que la
transmisión cultural se sustenta en procesos que impregnan el conjunto
del tejido social y que van más allá de las consabidas presiones de los
medios de comunicación. Así, recientemente, Umberto
Eco5 señalaba que ``desde hace varios
decenios circula la teoría según la cual los medios de comunicación no
siempre crean opinión, sino que refuerzan la que ya circula. [...]
Tomemos el ejemplo de la muerte de Lady Diana. [...] Lo que sucedió con
su muerte no fue un efecto determinado por los medios de comunicación,
[...] los medios de comunicación lo reforzaron, pero dicho efecto surgió
de forma independiente. [...] Los medios de comunicación interactúan con
otros flujos de ideas y sentimientos que atraviesan el cuerpo social''.
La cuestión es, ¿cómo se desarrollan y transmiten estos flujos de
ideas?, ¿por qué razón se adueñan rápidamente de amplias capas de la
población, incluso a miles de kilómetros de distancia, de manera
relativamente independiente de los medios de comunicación, como señala
Eco? La cultura se transmite entre individuos de una misma especie (en
este sentido cabe hablar también de cultura animal, como lo prueban, por
ejemplo, los estudios sobre el aprendizaje y transmisión de los cantos
de muchas aves) y en este proceso de transmisión —en el que, obviamente,
tiene un papel destacado los media— se produce un proceso
evolutivo. Desde hace tiempo varios autores han señalado las
similitudes entre la evolución cultural y la evolución biológica.
Popper, por ejemplo, señalaba las semejanzas entre el proceso del
progreso científico y la selección natural, y mucho antes Leslie White
también hizo consideraciones parecidas para el conjunto de la cultura.
Pero desde Richard Dawkins6 se ha dado un paso más, ya que este autor
considera la evolución cultural análoga a la evolución biológica y, en
general, análoga a todo proceso evolutivo. Según Dawkins para que se dé
un proceso evolutivo se requiere:
- abundancia de elementos diferentes,
- herencia o replicación, y
- idoneidad diferencial o número de copias en función de su interacción
con el medio.
A su vez, la herencia o replicación precisa longevidad,
fecundidad y fidelidad de las copias de los elementos o unidades que se
replican. Ninguno de estos elementos hace referencia específica a
entidades biológicas, por lo que, en general, describen las bases de
cualquier proceso evolutivo, biológico o no. Pues bien, de la misma
manera que la vida evoluciona por la supervivencia diferencial de los
genes, —entidades reproductoras de los organismos vivos, sometidos a
selección natural—, la cultura evoluciona mediante la supervivencia
diferencial de replicadores culturales, a los que Dawkins llama ``memes'',
o unidades mínimas de información y replicación cultural, y que se
someten también a un proceso de selección.
El neologismo ``memes'' fue creado por Dawkins por su semejanza fonética
al termino ``genes'' (introducido en 1909 por Wilhelm Johannsen para
designar las unidades mínimas de transmisión de herencia biológica) y,
por otra parte, para señalar la similitud de su raíz con memoria y
mímesis. Según Dawkins, nuestra naturaleza biológica se constituye a
partir de la información genética articulada en genes, y nuestra cultura
se constituye por la información acumulada en nuestra memoria y captada
generalmente por imitación (mímesis), por enseñanza o por asimilación,
que se articula en memes. Otros autores han señalado una idea semejante
y han propuesto otros términos para designar estas unidades mínimas de
información cultural. Así, por ejemplo, E.O. Wilson y C.J. Lumsden han
propuesto el término culturgen, y aunque en las obras de dichos autores
hay un más amplio tratamiento cuantitativo de la transmisión de los
culturgenes, se ha acabado imponiendo la terminología de Dawkins, aunque
no todos los defensores de la teoría ``memética'' compartan todas las
tesis de dicho autor.
Desde la perspectiva de la teoría de los memes podemos decir que
poseemos dos tipos distintos de procesadores de información: a) el
genoma o sistema de genes situados en los cromosomas de las células de
cada individuo, que determina el genotipo, y b) el cerebro y el sistema
nervioso, que permite el procesamiento de la información cultural. La
información genética de nuestro genoma se puede dividir en unidades
mínimas de información que son los factores hereditarios o genes, que se
transmiten sexualmente de una generación a otra mediante su replicación.
La información cultural se transmite de cerebro a cerebro (por
enseñanza, imitación o asimilación) y puede dividirse en unidades
simples (tales como una idea, un concepto, una técnica, una habilidad,
una costumbre, una manera de fabricar un utensilio, etc.), que, no sin
cierta ambigüedad, Dawkins llama memes.
La tesis ``fuerte'' de Dawkins es que los rasgos culturales también se
replican. Si los rasgos genéticos se transmiten por replicación de los
genes, los rasgos culturales se transmiten por replicación de los memes
o unidades de información cultural. Por analogía con la agrupación de
los genes en cromosomas, se considera también que los memes se agrupan
en dimensiones culturales, que pueden aumentar con nuevas adquisiciones
culturales. La gran diferencia es que, mientras los cromosomas son
unidades naturales e independientes de nuestras acciones, las
dimensiones culturales son construcciones nuestras. Así, la cultura no
es tanto un conjunto de formas de conducta, sino más bien información
que especifica dichas forma de conducta.
Para el conjunto de los memes se dan las características propias de todo
proceso evolutivo: fecundidad (algunas ideas son especialmente
efectivas, como la idea de Dios, por ejemplo), longevidad (muchas de
ellas persisten durante mucho tiempo: la monogamia, o la fe, por
ejemplo) y fidelidad en la replicación (carácter conservador de las
tradiciones y de muchas creencias y supuestos, especialmente las
transmitidas verticalmente: de padres a hijos o de maestros a alumnos).
A su vez, se dan en un amplio campo de variación, se replican a sí
mismas por mecanismos de imitación y transmisión de cerebro a cerebro y
engendran un amplio abanico de copias que subsisten en diversos medios.
Con ello tenemos el marco general de un proceso evolutivo que Dawkins
compara con la evolución biológica, e incluso llega a aceptar que los
memes deben ser considerados como estructuras vivientes no sólo
metafóricamente, sino técnicamente. Los memes alternativos, que pueden
servir para efectuar la misma función, son llamados alelomemes o memes
homólogos. A su vez, los memes pueden agruparse formando macromemes, que
constituyen un sistema de muchos memes estructurados e interrelacionados
que forman un objeto cultural complejo, tal como una lengua, una teoría,
una mitología, etc. En general, la mayor parte de las construcciones
teóricas que sustentan la teoría de la evolución de las especies (como
las nociones del pool de genes, de deriva genética, etc., son aplicadas
por los defensores de las tesis de Dawkins a la teoría de los memes).
De la misma manera que los genes se replican a sí mismos sin proseguir
ninguna finalidad más que la de autorreplicarse (y, evidentemente, no son
conscientes de dicho proceso), los memes (como otros replicadores: el
ARN, ciertos polímeros y cristales, los virus informáticos, etc.)
tienden a replicarse sin perseguir tampoco ninguna finalidad: las ideas
buenas no son propiamente buenas si no son capaces de ser, al mismo
tiempo, buenas replicadoras de sí mismas.7 De esta
manera, los memes son indiferentes a la verdad, como los genes son
ajenos a cualquier teleología. El peinado de Lady Di (que Dennett pone
como ejemplo) no es bueno en sí mismo, pero ha demostrado ser un buen
replicador, aunque, como todos los memes propios de la moda, tiene poca
longevidad, ya que el meme auténticamente importante es el de la moda
misma. No obstante, puede suceder que una característica cultural
evolucione de una determinada manera solamente porque es ventajosa para
ella misma. Esto permitiría afirmar, 8 en contra de la concepción tradicional que defiende que ``las
personas creían la idea X porque X era considerada verdadera'', que se
debería más bien afirmar que ``el meme X se extendió entre personas
porque X era un buen replicador'', lo cual explicaría por qué, a pesar
de la verdad de una idea ésta no es aceptada, o por qué, en otros casos,
a pesar de su manifiesta falsedad (como las creencias astrológicas) lo
es.
Ahora bien, en la medida en que —a diferencia de los genes—
los memes son creación humana, interaccionan con el medio cultural que
selecciona los memes en función de su idoneidad, lo que permite que, en
general, coincidan los buenos memes (los buenos replicadores) con los
memes buenos (que pueden ayudarnos o que permiten el progreso). De esta
manera el medio cultural actúa como selección para determinar aquellos
memes que pueden sobrevivir. Por supuesto, al igual que muchas
mutaciones genéticas son dañinas para la especie, razón por la que no
prosperan, y muchas otras son indiferentes para la supervivencia,
también en los memes se producen variaciones dañinas y muchos otros
memes resultan superfluos o indiferentes. Ya que el medio cultural puede
estar dominado por grupos sociales, esta idea recuerda vagamente la
tesis marxista: ``la ideología dominante es, en cada caso, la ideología
de la clase dominante''. Pero, a diferencia de la tesis marxista, la
idoneidad de los memes que permite su supervivencia, escapa al control
de un grupo social determinado y sigue leyes propias y autónomas.
Al igual que los genes necesitan un vehículo para replicarse (las
cadenas cromosómicas), los memes también precisan un vehículo y un
soporte. El vehículo es el cerebro. Su soporte puede ser variado y no
necesariamente biológico, por ejemplo: los libros, las cintas
magnéticas, los discos de ordenador, las partituras musicales, etc. Así
como los virus parasitan el mecanismo genético de las células, los memes
actúan como parásitos de nuestros cerebros, que se convierten en medios
para la difusión de aquellos. La difusión de los memes actúa, pues, de
manera parecida a la transmisión de las epidemias y, como en el caso de
éstas, pueden dar lugar a memes endémicos. Parafraseando (y
caricaturizando) la tesis de los sociobiólogos según la cual un
organismo es el medio del que se valen los genes para perpetuarse, o una
gallina es el medio del que se vale un huevo para engendrar otro huevo;
un cerebro humano es el medio del que se valen los memes para propagarse
y replicarse.9 Esta conclusión poco halagüeña para la soberbia
individual debe ser considerada en el marco de la concepción evolutiva e
interaccionista del yo: un individuo es, a la vez, el producto de la
evolución biológica y de la evolución cultural efectuada en interacción
con otros yoes, tesis que forma parte de la revolución en contra del
narcisismo antropocéntrico, como lo fue en su día la revolución
copernicana, el darwinismo o la teoría freudiana del inconsciente. Desde
este punto de vista esta tesis se vincula a la concepción
estructuralista de la muerte del sujeto y al fin del dualismo y del
racionalismo cartesiano.
La teoría de los memes está siendo desarrollada por varios
investigadores, que la unen a las tesis de Lumsden y Wilson o que las
vinculan con los estudios de Luca Cavalli-Sforza. Además del mismo
Dawkins, F.T. Cloak, J.M. Cullen, E. Moritz, A. Lynch y algunos otros
autores, son los representantes de esta concepción de la transmisión y
evolución cultural. Como explicación de la evolución de la cultura
todavía aparece como una pre-teoría en fase de acumulación de datos y de
elaboración de un aparato matemático suficiente. Los estudios de
Cavalli-Sforza y Marc Feldman proporcionan una buena base de partida
para el estudio cuantitativo de la transmisión y evolución cultural,
aunque estos autores no defienden exactamente la teoría ``fuerte'' de los
memes de Dawkins. En cualquier caso estos estudios iniciados desde la
perspectiva de la genética, la sociobiología y la etología son la
primera aproximación no meramente cualitativa al proceso de la
transmisión y evolución cultural, y pretenden ampararse en la tradición
científica (un buen meme, por cierto) del evolucionismo. Pero mientras
los procesos evolutivos biológicos se rigen por el modelo darwiniano, la
evolución de la cultura, con intervención humana directa, parece seguir
más bien un modelo de tipo lamarckiano de transmisión de caracteres
adquiridos, lo que permite una evolución rapidísima —potenciada por la
velocidad casi instantánea de los medios de comunicación— comparada con
los procesos darwinianos. En cualquier caso, la constitución genética
humana está determinada por unos 3.000 millones de nucleótidos
procedentes del DNA materno y por unos 3.000 millones más procedentes
del DNA paterno. Pero las neuronas del sistema nervioso son 10.000 veces
más numerosas y las conexiones entre ellas todavía muchísimo más. De ahí
que intentar la creación de un modelo matemático (meme respetable donde
los haya) que permita entender la evolución cultural sea todavía una
empresa harto dificultosa que, no obstante, empieza a ser acometida por
los autores mencionados y por los teóricos de la inteligencia artificial
(en este sentido van los estudios de D. Dennett, D. Davidson y otros
filósofos que defienden la ``memética'').
Por otro lado, vista desde la perspectiva de la filosofía, la doctrina
de los memes tiene antecedentes en tesis clásicas. En cierta forma puede
verse como un peculiar desarrollo de la teoría de las ideas platónicas;
de la teoría averroísta del entendimiento agente; como una
interpretación de la filosofía del espíritu de Hegel o de la teoría de
la ideología de Marx, o de la diferencia husserliana entre noesis y
noema; e incluso se podría relacionar con las tesis orteguianas sobre
las generaciones. Pero su proximidad mayor es con la teoría de los tres
mundos de Karl Popper y su defensa de un conocimiento objetivo sin
sujeto cognoscente. No obstante, de manera semejante a estas teorías, se
mueve todavía en el terreno de las analogías y las metáforas, al menos
hasta que consiga un desarrollo cuantitativo y matematizado, y sea capaz
de establecer con mayor precisión (como pasa con a la teoría del mundo 3
de Popper) qué debe entenderse propiamente como meme. ¿El meme de la
teoría de los memes se demostrará un buen meme? ¿Será capaz de
replicarse hasta convertirse en una teoría respetable?
1
- Daniel Dennett, La conciencia explicada, Paidós,
Barcelona, 1995, p.217.
2 -
``La transmisión cultural ha
sido muy poco estudiada, cosa que no deja de sorprenderme, porque el
antropólogo cultural debería considerarla como su pan de cada día'' L. y
F. Cavalli-Sforza, Qui som. Història de la diversitat humana.
Ed. Enciclopèdia. catalana, Barcelona, 1994, p.244.
3 -
Las obras
principales pertenecen al campo de la sociobiología y son: Richard
Dawkins, El gen egoísta, Labor, Barcelona ,1979, y Salvat,
Barcelona, 1986; Richard Dawkins, The Extended Phenotipe, C.A.
Freeman, San Francisco, 1982; Richard Dawkins, Destejiendo el arco
iris, Metatemas, 2000 (capítulo12); Richard Dawkins, The Blind
Watchmaker, Paperback, 1996 (traducción castellana agotada en Labor,
Barcelona); Edward O. Wilson, Sobre la naturaleza humana, FCE,
Madrid, 1983; Edward O. Wilson, Sociobiología. La nueva síntesis,
Omega, Barcelona, 1980; Charles Lumsden y Edward O. Wilson, Genes,
Mind and Culture: the Coevolutionary Process, Harvard Univ. Press.,
1981; Durham, William H., Coevolution: Genes culture, and human
diversity, Stanford University Press, 1991. Desde otras perspectivas
biológicas destacan:. Cavalli-Sforza y Marc Feldman, Cultural
Transmisin and Evolution, Princeton Univ. Press., 1981; Luigi L.
Cavalli-Sforza, Gens, pobles i llengües, Proa, Barcelona, 1997; Bonner,
J.T., The Evolution of Culture in Animals, Princeton Univ.
Press., 1980. En el ámbito de la filosofía las obras más interesantes
son: Daniel Dennett, La conciencia explicada, Paidós, Barcelona,
1995; Daniel Dennett, La peligrosa idea de Darwin, Galaxia
Gutemberg, 1999; Daniel Dennett, Richard Dawkins y otros, La tercera
cultura, Tusquets, 1996. Susan Blackmore, The Meme machine,
[La máquina de los memes, Paidós, 2000] Oxford University Press,
Oxford, 1999. En contra de estas tesis puede verse el libro de Richard
Barbrook, Media Freedom, y sus intervenciones en Internet.
4
- En este sentido, defendido entre
otros por Jesús Mosterín (Filosofía de la cultura, Alianza,
Madrid, 1976), un instrumento, una vasija, un arco, una rueda radiada,
etc., no son propiamente objetos culturales en sentido fuerte. Sí lo
son, en cambio, las técnicas de fabricación de dichos instrumentos, o
las ideas en que se basan. Contra esta postura se ha manifestado Marvin
Harris, en Teorías sobre la cultura en la época posmoderna,
Crítica, Barcelona, 2000, que considera que la filiación última de la
teoría ideacional de la cultura es el platonismo.
- 5
- L'Espresso, Roma, 22 de noviembre de 1997. Citado
por El País, 23-XI-1997.
6 - El gen egoísta, Salvat,
Barcelona, 1986, p.281 y ss.
7 -
Por otra parte una
idea puede ser "buena" pero si no logra replicarse adecuadamente
desaparece. En otro ámbito diríamos que las ideas o memes que sobreviven
no lo hacen por ninguna bondad intrínseca, sino porque no logran
imponerse, de la misma manera que la Historia la hacen los vencedores
sin que les importe demasiado la verdad de lo que narran.
8 - Daniel Dennett,
op. cit.,
p. 218.
9
- Daniel Dennett, op. cit., p. 215: ``un
investigador no es más que la manera que tiene una biblioteca de crear
otra biblioteca.''
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HEVEA.
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